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Diario El Argentinojueves 28 de marzo de 2024
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Las bibliotecas populares en época de pandemia: Manuel Belgrano

Las bibliotecas populares en época de pandemia: Manuel Belgrano

Mural interior “Biblioteca Popular Manuel Belgrano”


“La biblioteca complementa a la escuela y la vivifica sirviendo como un auxiliar para el maestro y como un incentivo de curiosidad para el niño. Porque es la biblioteca de distrito la que pone en manos del habitante en las poblaciones lejanas, libros atrayentes y útiles generalizando los conocimientos donde quiera que haya un hombre capaz de recibirlos” (Sarmiento, 1870).

 

Continuando con el recorrido de las Bibliotecas Populares de Gualeguaychú, EL ARGENTINO dialogó con Teresa Veronesi, presidenta de la Comisión Directiva de la Biblioteca Popular Manuel Belgrano. Ella relató cómo fue el año pasado para la biblioteca en contexto de ASPO y cómo afrontan este 2021, como así también qué planes y proyecto evalúan para este año.

 

¿Cómo fue el 2020 para la Biblioteca?  ¿Cuál fue la fecha de cierre por ASPO y cuándo pudieron abrir de forma permanente?

 

En febrero, como todos los años, se abrieron las puertas de la biblioteca. Regresaron  las sagas, cuentos infantiles, novelas, biografías,  prestados a pobladores de todas las edades de nuestra comunidad. Ya es un ritual. Piden los libros prestados en diciembre para leer durante el verano y en febrero los devuelven. Para nosotros la prestación de libros no es un trámite más. Es un acto íntimo de comunicación cultural que requiere disposición y amabilidad. Es el sentido de la vida de la biblioteca.

Desde diciembre de 2019  las actividades culturales ya estaban planificadas. Y en febrero ya comienzan las solicitudes de inscripciones (para iniciar o continuar niveles del año anterior)  para los cursos de inglés, la ludoteca, yoga, música y apoyo escolar. El apoyo escolar se organiza con mayor antelación porque lo articulamos con las escuelas, las maestras nos sugieren los temas que tiene que trabajar cada niño en particular y a partir de ahí planificamos en conjunto con ellas. Trabajamos todo el ciclo lectivo apoyando la educación formal de los alumnos, de manera personalizada, conociendo tanto sus dificultades como su potencial. Mantenemos un feedback con las maestras.  Cuando decimos “apoyo escolar” nos referimos al apoyo académico pero también es un espacio de contención. Ellos se acostumbraron a venir a la biblioteca a hacer los deberes, es su espacio.

Este año fue complejo porque ya estábamos abiertos con todo funcionando y se declaró la cuarentena. Los cupos de  todas las actividades estaban cubiertos. Para el ingreso de los chicos a la Ludoteca ya se habían realizado las entrevistas con los padres. Se realizó también una reunión general con padres, integrantes de la Comisión directiva y una neuropsicóloga que se brindó a contestar inquietudes y nos capacitó acerca de los hitos del desarrollo neurocognitivo de los chicos. En la Ludoteca ya estaba terminando el período de adaptación. El apoyo escolar siempre tiene su lugar, su espacio y sus guías y los chicos ya se habían presentado  esos primeros días de marzo en forma natural  para repasar, reaprender.

Tanto en lo personal de cada uno de los miembros de la comunidad de la biblioteca como en lo institucional, la pandemia fue, valga la redundancia, una gran sorpresa. Se suspendió el mundo y también nos suspendimos. Al tiempo, cuando vimos que la cuarentena se extendía, empezamos con las clases virtuales y fue un éxito. Tal es así que, de la mano de Cultural Inglesa,  en diciembre de 2020 cincuenta y dos chicos rindieron los exámenes correspondientes a cada nivel. Durante toda la cuarentena, intentamos seguir en comunión con las necesidades de cada uno de los miembros de la biblioteca.

 

Los más chicos nos extrañaban y nosotros a ellos. Entonces, por el mes de septiembre, con las chicas de la comisión de la biblioteca, decidimos que como los chicos no podían venir a los libros, los libros iban a ir a ellos. Nos disfrazamos de distintos personajes de cuentos clásicos y los sorprendimos en sus casas.  Fue emocionante. Brujas, princesas, lobos, hadas con barbijos, caminando por las calles de nuestro pueblo acercando los libros a las familias.

 

¿Cómo fue el proceso de reapertura en este contexto de pandemia? ¿Qué actividades pudieron retomar primero?

 

La reapertura se hizo cuando se tomaron los exámenes de inglés presenciales. A partir de ahí se reactivó el servicio de la prestación de libros pero poca gente se animaba a entrar. Sobre todo los adultos mayores. Empezamos con un horario de atención muy reducido y se fueron acercando los papás a inscribir a los chiquitos en la Ludoteca. Ahora ya tenemos casi cubiertos los cupos de cada actividad. Hay 66 chicos inscriptos en inglés! En cuanto al servicio de la prestación de libros, estamos felices porque hay muchos pedidos. Y un detalle que no es menor, aumentaron los requerimientos de libros de “autoayuda” y superación personal.

 En la biblioteca tenemos Wifi gratis, computadores e impresoras a disposición. Los socios asisten de manera presencial a la biblioteca desde febrero.

 

 

¿Reciben algún tipo de ayuda económica? ¿Los socios pagaron la cuota mientras la biblioteca estuvo cerrada?

 

Los socios hacían un gran esfuerzo por seguir pagando la cuota pero a medida que pasaban los meses de cuarentena los aportes eran cada vez menos. Igualmente, las bibliotecas populares nos apoyamos en CONABIP, institución que no sólo no suspendió los subsidios de todos los años para las compras en la Feria del Libro sino que el año de la pandemia innovó al implementar las compras virtuales. Tuvimos que capacitarnos para acceder a las compras a las editoriales de manera virtual. La solidaridad estuvo en todos lados. Colaboramos y aprendimos en comunión: las editoriales, la CONABIP, las bibliotecas.

 

Por otro lado, desde el año 2011 y bajo ordenanza, recibimos una asistencia económica del “Programa SOMOS” de parte de la Municipalidad de Pueblo Belgrano.  A principio del año de la pandemia, recibimos un comunicado que nos comunicaban de la suspensión del “Programa somos”. Las familias de manera voluntaria se unieron en nuestro reclamo. Gracias al compromiso y voluntad de las mujeres que integramos la comisión directiva y de las familias que se sienten parte de la biblioteca, logramos sobrevivir este año de pandemia sin aumentar la cuota de los socios. Hace pocos días lanzamos una campaña alentando a la comunidad a hacerse socio de este espacio, lo cual nos permite sostener las actividades con los chicos y familias de educación y cultura, cumpliendo con el objetivo de la Biblioteca.

 

¿Qué planes y proyectos estiman para este 2021?

El proyecto más ambicioso es poder cumplir con las planificaciones anuales de los talleres, cursos y clases. Con la experiencia del año pasado a esta parte,  intentamos estar preparados para cualquier eventualidad. Desarrollamos la campaña “Delivery de libros” para las personas que no asisten de manera presencial a la biblioteca. Los socios antiguos y los nuevos que se van sumando todos los días, eligen los libros que les gustaría leer del catálogo online que desarrollamos en la biblioteca y nosotros (cuando digo “nosotros” me refiero a las mujeres de la comisión que entregan los pedidos de los libros en bicicleta), siempre teniendo en cuenta todos los protocolos para cuidarnos del COVID-19, los llevamos a domicilio. ¡Hasta ahora la campaña es un éxito, la gente quiere leer!

 

Un proyecto que nos motiva mucho y en el que ya estamos trabajando buscando documentación, coordinando entrevistas, es la producción  del libro de la Historia de Pueblo Belgrano para lo cual convocamos al historiador Marcos Henchoz.

 

 

Y para finalizar ¿Cómo fue su experiencia? ¿Qué balance puede hacer? ¿La pandemia fue un obstáculo o un salto a la innovación y a la creatividad?

Voy a intentar ser voz de todas las mujeres que conformamos esta comisión, que trabaja y destina su tiempo de manera voluntaria y gratuita hace tantos años. No es nuevo decir que la pandemia fue y será una situación de adversidad, pero que decidimos y pudimos atravesar juntos con la comunidad apelando a la creatividad, trabajando más horas de lo esperado, investigando nuevas formas de estar cerca. El aprendizaje fue constante. Nosotros nos unimos,  padres, maestros, profesores, voluntarios y  la comisión directiva atravesados por un mismo valor que es el objetivo de todo el esfuerzo: siguiendo a Josefina Aldecoa “Educar en la igualdad para que no se pierda un solo talento por falta de oportunidades”.

Quisiera manifestar en esta entrevista nuestra adhesión a las palabras de Simone Beauvoir: “Dedíquense a personas, grupos o causas. Sumérjanse en el trabajo social, político, intelectual o artístico. Deseen pasiones lo suficientemente intensas que les impida cerrarse en ustedes mismos. Aprecien a los demás y vivan una vida activa de proyectos con significado”

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