Secciones
Diario El Argentino
Secciones
Diario El Argentinomiércoles 24 de abril de 2024
Colaboraciones

.

Lo que nos reveló M… la miseria

Lo que nos reveló M… la miseria

La pobreza sigue en aumento en el país y golpea mucho más a los niños.


Estamos felices claro que lo estamos, por la aparición de la pequeña niña M con vida, sana y salva. Razonemos un poco el trasfondo de todo lo sucedido.

 

Por Jorge Pedro Jurado (*)

 

La verdadera realidad de las miles de M que existen en todo el país seguirán igual. Familias que viven en la más absoluta pobreza, sin nada, cartoneando, haciendo changas para el sustento diario, absolutamente ignoradas y de pronto una pobre niña y un supuesto captor se mediatizan durante tres días, algunas horas y minutos.

Esta situación de extrema pobreza, del secuestro de niñas para prostituirlas o violarlas o para usarlas como mulas para traficar drogas existe hace años y se va agravando día tras día por un Estado ausente, una población pobre y sin educación.

M y su familia hace una semana estaba invisibilizada para la mayoría. Nos enteramos que vivía a la vera de una autopista, en una carpa, con muchos hermanos todos juntos y hacinados, subsistiendo del cartoneo y de la caridad ajena pero ignoramos si concurre a la escuela, quien es su padre, si sus hermanos son del mismo padre o de distintos, cual era o es la relación con el supuesto captor ya que de las filmaciones se los vio naturalmente conocidos entre sí.

No ignoramos que hay más del 50% de pobres en nuestro país, pero no dimensionamos ni medimos que las conductas de esa gente careciente no es la misma que la nuestra. Ellos hacen cosas o poseen conductas que nosotros no haríamos ni poseemos. Ellos vivían en carpa a la vera de una autopista hecho que fue vil y políticamente utilizado por funcionarios nacionales y provinciales para criticar a los de la Ciudad de Buenos Aires, como si sus respectivas jurisdicciones fuera Disneylandia.

La madre aparentemente autorizó al supuesto secuestrador a quien reiteramos conocía hace muy poco a que la llevara a pasear en bicicleta desde Villa Lugano hasta Luján. Reitero, un paseo por zonas harto peligrosas de un recorrido solo de ida de más de 67 km. La imprudencia empieza por la madre permitiendo algo que ninguno de nosotros haría con un hijo o con un nieto y más con un perfecto desconocido y en bicicleta día y noche. En la calle, con frío y sin abrigo. Comiendo de la caridad de una panadería y de una pizzería. Extraña mucho que la madre haya autorizado esa salida tan peligrosa de por sí y horas después recién haya hecho la denuncia al 911. ¿Le regaló la niña al supuesto captor con antecedentes de violación a cambio de algo? ¿Quién de ustedes hace eso con un perfecto desconocido? ¿Quién se ocupaba de la búsqueda de este prófugo de la justicia o quién le dio salida si estaba preso?

Muy raro todo, rarísimo por lo menos para quien esto escribe. Durante tres días y algunas horas todos los medios nacionales hablando de M con un dejo de desesperación, que de por si lo tenía por lo que le pudiera ocurrir a la pequeña, pero en esos tres días y horas ningún medio nacional habló de la pandemia, de la falta de vacunas, del nuevo y polémico Ministro de Justicia atacando a la Corte Suprema, del Anses allanándose al reclamo de CFK para percibir las dos pensiones vitalicias reclamadas sin pagar el impuesto a las ganancias lo que nunca hace ese instituto, sino que tiene la obligación de apelar y formulando ella un histórico renunciamiento a su sueldo de vicepresidente cual si fuera un gesto altruista. Nadie habló de otra cosa solo de la pequeña M. Un desconfiado diría, nos están entreteniendo, fulbito para la tribuna.

Diez mil efectivos policiales, diez mil hombres y mujeres policías que pagamos entre todos, abocados a la búsqueda de la niña, varios helicópteros ignoramos para que si desde esa altura resulta imposible seguir una bicicleta, cientos de motos y vehículos policiales yendo de acá para allá, miles de horas extras que deberán ser pagadas a expensas de otros gastos más necesarios, intervención de efectivos policiales de CABA, de la Policía Federal y de la Provincia de Buenos Aires, cientos de minutos de todos los medios televisivos hablando solo de M y delatando por donde se la estaba rastreando como avisándole al captor para que desviara su rumbo si su objetivo era que no lo capturaran, no porque no fuera importante pero pienso que eso no se debe hacer, no tiene lógica avisarle al delincuente.

Claro que fue importante lo de M y su final feliz, pero el país sigue mal muy mal. La inseguridad sigue, la pandemia sigue, hubo descoordinación y recelo de información entre las tres policías, apariciones cual show de funcionarios capitalinos, nacionales y provinciales haciendo altisonantes declaraciones y conclusiones sin sentido mientras miles de cámaras callejeras de seguridad de los muchos municipios que recorrieron desde Lugano hasta Luján seguían el derrotero del captor y la niña con un delay de 48 horas. El país entero mirando atónito y angustiado ese Gran Hermano.

Fue como un reality, una miniserie en vivo con final feliz aterrizando un helicóptero llevando a la madre junto con el Súper Berni en Luján y todos nos levantamos suspirando felices porque M apareció felizmente sana y salva. Día y noche, noche y día solo ese tema. Muy importante pero distractivo. La madre sabía que el señor la había invitado a conocer el zoológico de Luján entonces no se entiende tantas idas y vueltas.

Pero no nos engañemos queridos lectores, la pobreza sigue igual. Los asentamientos a la vera de las autopistas continúan, continuarán y aumentarán. El Estado continúa ausente con esa marginalidad que día a día aumenta dada la falta de trabajo formal.

Abogados, peritos criminalistas, pseudos expertos hablando horas y horas de conductas psicológicas del captor desconociendo todo y la Ministra de Seguridad mintiendo declarando que hubo total coordinación y como si faltara el final anunciado echándole la culpa a la Fiscalía de que el alerta Sofía (autorización de publicar la foto de un menor cuando hay riesgo de vida) se otorgó más de 24Hs. después de la denuncia al 911 y finalmente cientos de efectivos al mando de Berni llevándose detenido al supuesto captor. No imaginamos cuantos policías necesitaría el Ministro de Seguridad provincial para custodiar por ejemplo a Osama Bin Laden.

Para el broche de cierre Berni dijo “Nosotros ya hicimos nuestro trabajo, ahora ya se lo entregamos (al captor) a las autoridades de la Ciudad” mientras se peleaba con funcionarios nacionales de seguridad.

Esperemos no asistir más a miniseries como éstas y que el Estado tome en serio este tema. Apago la tele y pongo música.

 

(*) El autor de este artículo es abogado, escritor, periodista, posee cinco libros publicados, es conductor de radio y director del diario digital El Censor de Gualeguaychú que se edita por la red social de Facebook.

    ComentariosDebés iniciar sesión para poder comentar