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Diario El Argentinoviernes 29 de marzo de 2024
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Preocupa a los movimientos sociales la realidad social ante la segunda ola Covid

Preocupa a los movimientos sociales la  realidad social ante la segunda ola Covid

La caída en la construcción y la demanda de empleadas domésticas, golpea con dureza a los sectores más populares que ahora dependen de los planes sociales y de la comida que consiguen en las ollas populares en los barrios.


Las calles de la ciudad, se están convirtiendo en la noche de la tracción a sangre, carros precarios tirados por cartoneros o por caballos recorren el centro en busca de cartones o cualquier basura que pueda ser reutilizable.

Este panorama se ve desde hace tiempo a medida que la actividad económica se va deteriorando, pero en los últimos meses algo cambió. La necesidad de cartonear para llevar el pan diario a la mesa, incrementó la competencia y cada vez se ven carros en horas de la siesta para poder adelantarse a los demás. Las necesidades parecen ser infinitas.

Con más de 20 años de experiencia social, la dirigente de la agrupación La Cuba MTR, Carina Izaguirre alertó que: “Mañana  (por hoy) vamos nuevamente a marchar hasta Desarrollo Social de la Municipalidad en el marco de una acción nacional. Este mes comenzó con bajas en los programas Potenciar Trabajo y la mercadería que recibimos de Nación llegó en mal estado. La harina se humedeció y vino dura, de los once artículos que tendrían que haber llegado para armar los módulos alimentarios solo vinieron seis alimentos y ya no recibimos salsa de tomate y aceites”.

El movimiento piquetero atiende una olla popular en el barrio Vidal los viernes donde se reparten 240 porciones, otra en calle Güemes y Churruarín, allí todos los sábados se reparten 123 porciones. A su vez  en la sede del movimiento en calle Belgrano 964 se distribuyen todos los meses 123 bolsones de envió de alimentos enviados por poción para los miembros de la organización piquetera.

“Todo lo mantenemos con el envió de alimentos de Nación y con los fondos que conseguimos a través de donaciones o alimentos que compramos nosotros con la venta de productos panificados”, expresó Carina a EL ARGENTINO

“Nos estamos preparando para afrontar un invierno muy duro y con poca respuesta nacional y local”, resaltó.

“Las changas son muy escasas, la gente en el barrio trabaja dos días a la semana en promedio porque no hay laburo hasta la construcción se cortó. En nuestra organización había unas 70 mujeres, casi no había hombres, pero ahora comenzaron a acercarse para ser parte del movimiento porque tienen la esperanza de poder conseguir algún trabajo, nosotros tratamos de ayudarlos”, remarcó.   

El dirigente social Ariel Olivera, es miembro del Movimiento Territorial de Liberación (MTL) que realizan trabajos sociales en los barrios de la ciudad, en Paraná y Concordia integrando a instituciones religiosas y clubes.

“La palabra liberación significa poder buscar el poder popular, para ser sujeto de las decisiones y no ser el objeto de la política cada cuatro años. Buscamos darle vos y voto a los vecinos a través de la organización y el trabajo a conciencia”, aclaro Ariel.

 En nuestra ciudad el MTL realiza actividades de contención en el barrio Pitter, 21 de septiembre, en el barrio Quijano, en Suburbio Norte, en el barrio Zupichini, en el Anhelado Sueño y en el asentamiento que está detrás de la cancha del club Sudamérica. Allí el hacinamiento y las condiciones precarias de higiene ponen en serio riesgos a 40 familias que viven en la pobreza extrema.  

El movimiento social propone la realización de actividades deportivas, recreativas y apoyo escolar gracias al trabajo de estudiantes de la carrera de Magisterio, pero con el incremento de la circulación viral muchas de estas actividades tendrán que cortarse.  

“Hace años que nosotros estamos comprometidos con el trabajo social, la pandemia lo que hizo fue profundizar este esfuerzo para lograr un mejor derecho a la educación, el deporte y la generación de empleo mediante la conformación de una cooperativa de trabajo.

Lo que buscamos es poder organizar a los vecinos para darle vos y resolver los problemas entre todos. Ahora con esta segunda ola se nos va a complicar en cuanto a lo laboral, ya el año pasado no había changas, el trabajo bajó un montón en la construcción. Los vecinos que querían pintar la casa, prefirieron esperar por temor al contagio”.

En tanto remarcó que: “Nosotros no somos aplaudidores del Estado, pero si sabemos que tiene un rol fundamental en los contextos en la cual una persona nace sin un buen contexto familiar, educativo y laboral, hay chicos que no tuvieron esas posibilidades.

Vemos a muchos jóvenes de 18 a 20 años que pese a todos los problemas que atravesaron tienen ganas de estudiar y trabajar, pero lamentablemente es más fácil hostigarlos y despreciarlos antes de trabajar en darles oportunidades”, dijo Ariel.

“El año pasado el IFE (ingreso familiar de emergencia) fue un paliativo para las familias, pero tenemos que pensar en que haya trabajo formal”. 

Y concluyó: “Por ahora trabajamos sobre la marcha vamos viendo lo que sucede y garantizamos lo básico a las familias. A su vez comunicamos a los organismos oficiales del Estado sobre situaciones críticas en las familias”.

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