Inoperantes 

La Corte Suprema aun pensando, el Gobierno nacional restringiendo la actividad incluso la presencialidad escolar y pidiendo facultades extraordinarias y la suma del poder público al Congreso después de 400 días de gobernar con decretos de necesidad y urgencia y la Ciudad de Buenos Aires vociferando por su autonomía como si no fuera clara la letra de su Constitución.

 

(*) Jorge Pedro Jurado

 

Mientras el Supremo Tribunal hace quince días que está esperando las nuevas restricciones del Gobierno nacional entre otros temas la presencialidad o no de la enseñanza para no quedar mal con propios y extraños, asistimos a una nueva inmoralidad en el manejo de las escasas vacunas que prometió e incumplieron las autoridades.

Los movimientos piqueteros muchos de los cuales sus dirigentes son funcionarios públicos, extorsionaron para obtener 70.000 vacunas con el pretexto que tienen a su cargo comedores y merenderos la mayoría en la Provincia de Buenos Aires. Eso fue para intentar frenar las marchas que asolan a la Ciudad de Buenos Aires sin cumplir protocolo alguno. Claro luego acusan a ésta de ser la mayor causante de la circulación de la segunda ola del virus.

Aunque regresemos a fase 1 como el año pasado la incultura de esos movimientos seguirán siendo las mismas e irán por mayores planes asistenciales y el viva la pepa continuará, los hospitales colapsados rechazarán contagiados y nuestro país se convertirá en un caos mayor del que actualmente estamos viviendo. Los planeros recibieron más dinero que el personal de la salud. Increíble, pornográfico, insultante, delictivo y nada pasa. La justicia no funciona y nadie reconoce su error. La Patria se cae en pedazos.

Prometieron 30 millones de vacunas y solo vinieron 7 millones. Cometieron los mismos errores del año pasado ignorando aprender de otros países, no ya Israel o Estados Unidos sino de Uruguay o Chile. Tuvieron 400 días para preparar el sistema sanitario y evitar el colapso y nada hicieron. En enero de este año se sabía que podía falta oxígeno sanitario y recién se preocupan de enterarse del stock disponible. Volverán a encerrarnos como el año pasado, salvo que debemos contabilizar 63.000 fallecidos muchos de los cuales podían haberse salvado si no hubiera habido vacunatorios Vip, ni desmanejo en el orden establecido originalmente. Hay militantes jóvenes vacunados y docentes, policías y adultos mayores sin recibir ni siquiera una dosis y muchos muertos por exclusiva responsabilidad de este gobierno. Inoperantes es la palabra.

Y lo más ridículo de estos funcionarios es que un día afirman que las clases presenciales no contagian y al otro día lo niegan, un día dicen que hay que dialogar y al otro culpan a la oposición de odiadores seriales. No tienen ni siquiera la vergüenza de renunciar.

Se celebran las10 millones de vacunas llegadas como si fuera un logro futbolístico cuando solo se aplicaron la primera dosis a 7 millones de almas y a menos de 1 millón las dos dosis. Un gasto de vuelo en helicóptero el jueves a Ezeiza de Fernández para sacarse una foto, vuelo que pagamos todos nosotros pero nadie explica porque no se compró a Pfizer o se adelantaron usd 60 millones a Astrazeneca y aun no hay vacunas.

Un nuevo decreto restrictivo que motiva que Larreta lo contradiga en parte como hizo con el anterior y lo obliga a presentarse nuevamente a la justicia ya que la Corte no se anima a decidir y prefiere esperar y declarar abstracta la cuestión. Madres desesperadas que no saben si el lunes deben llevar sus niños a la escuela o perder sus trabajos. El lunes los niños no saben si pueden ir a estudiar, pero los piqueteros siguen marchando, y los hinchas de fútbol en Rosario festejan sin protocolos sin que nada pase.

Señores del Gobierno: Pidan disculpas, bájense sus sueldos, sean menos arrogantes, sean previsibles, olvídense de versear y hablen de los 63.000 muertos causados por ustedes y eviten otros tantos o más. Y si no son capaces de afrontar la crisis, renuncien y váyanse para siempre pero no se olviden que tarde o temprano, la historia los juzgará por infames traidores a la patria si el Congreso le da lo que quieren.

 

(*) El autor de este artículo ss abogado, escritor, periodista, columnista de radio El Puente de Gualeguay y director del periódico Grupo de El Censor de Gualeguaychú que se emite por la red social de Facebook.