Emilce Morales: el virus narrado desde la perspectiva de sus protagonistas

EL ARGENTINO dialogó con Emilce Morales, licenciada en enfermería, quien actualmente, es jefa de enfermería de la terapia Covid-19 del Hospital Centenario. “A mí me gusta decir que soy coordinadora, no jefa. Porque el trabajo es en equipo” relató.

Emilce compartió relatos, experiencias y apreciaciones sobre diferentes aspectos de la pandemia y la situación sanitaria actual.

El relato de la jefa de UTI del Hospital Centenario:

El momento del diagnóstico y el ingreso del paciente

-El proceso de un paciente que ingresa al hospital con síntoma de Covi-19 comienza en la puerta del hospital. En el ingreso se le realiza una pequeña entrevista donde se le consulta sobre los síntomas que ha tenido y por qué vienen a la consulta, depende de las respuestas dadas se lo deriva a guardia general o a febriles. Muchas veces, la gente miente sobre los síntomas, las chicas de la entrada sufren agresiones por la impaciencia de la gente. En ocasiones, hay mucha cola y últimamente es una situación diaria. Hay días que la cola para el ingreso llega hasta la calle.

Si es Covid-19 o paciente sospechoso se deriva a febriles y luego de la evaluación el doctor decide a qué sector derivarlo en caso de que requiera internación. Cuando el paciente se encuentra inestable debido a la insuficiencia respiratoria aguda  (se manifiesta con la dificultad para respirar) y dependiendo de los niveles de oxígeno en sangre, se ingresa al paciente en UTI Covid-19.

Cuando el paciente se encuentra en el sector designado, siente mucho miedo e incertidumbre. Lo que intentamos casi siempre es tranquilizar y explicar para qué es lo que hacemos y lo que ponemos.

En el momento en que nos avisan que ingresa un paciente diagnosticado, lo primero que hacemos es vestirnos con nuestro equipo de protección nivel 3.

 

UTI  y situación sanitaria actual

-El personal especializado en cuidados críticos siempre fue escaso, en pandemia o fuera de ella. Es una especialidad que no siempre gusta que es complicada, yo lo hago hace más de diez años.

Desde la semana pasada contamos en UTI con cuatro camas más. Fueron pensadas hace mucho tiempo, pero ahora son necesarias. En este momento, solo en el hospital tenemos alrededor de 13 pacientes críticos (por lo que tengo entendido en un sanatorio privado hay más). Contamos catorce camas en UTI y cuatro enfermeros en cada turno (lo ideal sería un enfermero cada dos pacientes que requieren de cuidados intensivos).

Si bien, hay mucha gente que se cuida, cuando salgo a la calle veo que hay gente que está haciendo vida normal. Ver eso me indigna, me llena de dolor porque nosotros dejamos todo por el servicio, por los pacientes. Como dice la frase: “hasta que los muertos no sean tus muertos” la gente no va a terminar de tomar dimensión de lo que pasa. Con cada paciente que muere, es un muerto mío, suma mucho desde lo emocional. Es difícil ver cómo se están dando las cosas en Gualeguaychú y cómo aumentan los casos. 

Algunos dicen que es la segunda ola, yo ya no sé qué ola es esta. Creo que es la segunda temporada de arranque, tuvimos rebrote fuerte después de navidad y enero fue muy duro. Actualmente, los casos han aumentado y a esta situación se han sumado las nuevas cepas.

 

Decesos por Covid-19-19

-Es muy difícil porque los cuidados post mortem que se le debe dar al paciente que muere por Covid-19 no es el mismo que al que fallece por otra patología. Hubo que cambiar la forma de cuidar al paciente fallecido. Cuesta mucho, es difícil, no nos enseñaron esto en la facultad lo aprendimos el año pasado. Muchas veces somos nosotros los enfermeros los que debemos llevar el cuerpo a la morgue.

El deceso de una persona que muere infectada por Covid-19, es más difícil de asimilar porque no existe ese momento de despedida en cuanto a un velatorio. Sabemos que los pacientes con esta patología no pueden ser velados porque el cuerpo de la persona sigue contagiando aún sin vida.

Tenemos un protocolo de despedida, que se activa cuando el paciente se encuentra hemodinámicamente muy inestable. Pueden entrar los familiares directos, nuestro rol es recibir a esos familiares, ayudarlos a ponerse correctamente el equipo de protección para despedir a su ser amado y apoyarlos. Es muy difícil, activar el protocolo de despedida. Cuando son personas jóvenes y  nos cuentan que tienen hijos chiquitos cuesta y duele muchísimo.

“El sistema salud se relajó”

-Yo quiero creer que solo fue una mala expresión, soy apolítica pero quiero pensar que solo fue eso. Me acuerdo que me desperté a las cinco de la mañana para ir a trabajar y cuando agarro mi celular tenía muchísimos mensajes con lo que había dicho el presidente. Sentí mucho dolor, después durante el transcurso de la mañana pude entenderlo mucho mejor cuando escuche el discurso presidencial. Creo que no estamos relajados, estamos al límite.

Miedo e incertidumbres

-El año pasado sentía mucho miedo de contagiarme y contagiar a mi familia. Esto sucedió, contagié a mis dos hijos y a mi mamá que es de alto riesgo. No la pasamos bien, nos aislamos en nuestra casa. Fue difícil atravesar la patología. Sigue estando el miedo, entonces intentamos ser muy cuidadosos.

Palabras dedicadas a los lectores

-Hay gente que intenta creer que es una situación inventada para minimizar lo que está sucediendo. El virus no es un invento, les pido empatía con el sistema de salud que está agobiado, cansado. A los jóvenes les pido que se cuiden, que cuiden a sus familias. Nadie está exento a contagiarse, les pido que se pongan en nuestro lugar y en aquellos que han tenido familiares en situación crítica. Hay mucho egoísmo, a cualquiera le puede pasar, sin importar la edad. No pretendo que estén aislados como al principio de la pandemia, pero sí que sean cuidadosos y que respeten las medidas. Les aconsejo que no compartan el mate, ni el vaso, póngase el barbijo. Todo el sistema de salud está cansado y le pido a Gualeguaychú que sea empático. Cuidémonos entre todos y sigamos para adelante.