El merendero La Gurisada necesita de la ayuda de todos para seguir creciendo

El merendero que proporciona alimentos a  vecinos de Gualeguaychú está a cargo de solo tres personas Claudia Cáceres, su esposo Ricardo Martinez y un amigo de ambos Alberto Echeveste: “Es un merendero sin fines políticos ni religiosos. Abierto al que quiere colaborar. Nos encontramos en Roca 775”.

Para poder ayudar a los vecinos Claudia y sus compañeros en el merendero no solo cocinan sino que también arman bolsones de alimentos para aquellas familias que no puede cubrir el municipio “La Municipalidad envía 16 bolsones de mercadería, una para cada familia, pero nosotros tenemos muchas familias más que necesitan alimentos” explicó.

En un principio La Gurisada llevaba adelante su labor sin ayuda del municipio. Cuando la situación se complejizó y las familias se sumaban al merendero, Paola presentó un proyecto para recibir ayuda de la Municipalidad: “Se me estaba haciendo complicado porque cada vez era más gente. Desde el municipio me ofrecieron módulos de alimento y como me parecía que no era suficiente, aparte de eso seguimos entregando viandas una vez a la semana y la leche para los chicos” relató.

Para poder seguir ayudando a las familias La Gurisada necesita que todo aquel que pueda donar alimentos no perecederos, verduras, carne, pollo lo acerque a su dirección, será recibido con mucho cariño y alegría: “La semana que viene comenzamos a cocinar de nuevo luego de un momento duro en el que estuvimos enfermos con Covid-19. Necesitamos alimentos para poder armar bolsones para las familias que no entran en las beneficiadas por el municipio”

Antes de la pandemia, Paola organizaba futbol femenino, dicha actividad era acompañada de contención emocional y dando una mano a quien lo necesitara. Pero, luego por la situación sanitaria no se pudo realizar más: “En ese momento conocimos a otras familias que tenían necesidades, gente que vivía de changa y esas cosas. Decidimos empezar a entregar una merienda, así empezamos. Luego, nos preguntaban si no podíamos cocinar. Otro merendero, no prestó ollas para poder cocinar, también se comenzaron a hacer rifas para poder comprar lo que hacía falta y equipar el merendero”

Hoy por la crisis económica que vive el país la demanda es mucho mayor: “Cocinamos en ollas de 70 y 100 litros, es complicado. Pero, gracias a la gente que viene a colaborar todo es más sencillo”.

 Luego agregó: “La crisis es económica, pero también psicológica porque afecta mucho a la gente estar encerrados. Las mamás antes llevaban a los hijos a la escuela y salían a trabajar, hoy ya no pueden hacerlo. Se les cortó esa entrada económica. Uno escucha todo lo que pasa, hay familias que nunca han pasado por esta situación, vienen de otros barrios por vergüenza de ir al que tienen más cerca. La gente viene porque realmente hay un necesidad”.

Por otra parte, La Gurisada tiene como proyecto conseguir una computadora e impresora para poder ayudar a los chicos con la tarea de la escuela: “Esto de la bimodalidad es complicado. Queremos darles una mano con las cosas del colegio. Los chicos que van a la primaria tienen la suerte de que las maestras les entregan la tarea impresa. Pero, el problema es los chicos de la secundaria que son una parte muy importante porque son nuestro futuro y necesitan mantenerse si o si al día con las cosas. Tenemos compañeros que son profesores y van a venir a dar clases. Pero los chicos no pueden estudiar con la panza vacía”

Claudia relató que no tienen espacio propio y el merendero funciona en su casa: “No los puedo hacer venir todos los días, primero por la pandemia y después porque no tengo espacio. Queremos construir algo chiquito delante de mi casa, un espacio lindo para que los chicos puedan venir. Necesitamos ayuda, cualquier cosa por poquito que sea sirve: una chapa, aunque sea de a poquitos ladrillos, palos, lo que sea”.