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Diario El Argentinoviernes 29 de marzo de 2024
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Editar en estos tiempos: la Editora Rodolfo García publicó dos nuevos libros

Editar en estos tiempos: la Editora Rodolfo García publicó dos nuevos libros

La Editora Rodolfo A. García recientemente publicó: Cuentos de Río de Marina Zeising.


La Editora Rodolfo A. García recientemente publicó dos nuevos libros: Cuentos de Río y El germinador en Cobicho.

El que se presentará en esta oportunidad es: Cuentos de Río de Marina Zeising. Esta autora es oriunda de Buenos Aires, nacida en 1979. Es docente y cineasta, egresada de la UBA y posttitulada por la Universidad Tres de Febrero. Trabaja en producción audiovisual hace veinticinco años y durante este tiempo participó en más de cincuenta producciones.      

Cuentos de Río es una compilación de once narraciones que se desarrollan teniendo como testigo silencioso y recurrente al río, que es espectador del hilo argumental, de los personajes, las historias y del tiempo. Tiempo que se refleja en el florecer de las protagonistas, en algunos casos un tanto hostil que desencadena en la pérdida de la ingenuidad e inocencia, que las conduce a una inexorable adultez con una perspectiva de la vida realista, incluso por momentos con tintes feístas y por otros de asidua belleza. Los relatos se encuentran en un permanente penduleo entre: el dolor y la alegría,  el bien y el mal, lo feo y lo bello, el amor y el odio, la juventud y la adultez.  

Cuentos de Río presenta historias de descubrimiento de identidad, de formación de la subjetividad, de sufrimiento y dolor, de liberación y rupturas de fronteras, es decir, que en la ficcionalidad de la narración refiere a historias tan reales como la vida misma. En palabras de  la autora: “Los personajes navegan por las provincias de Buenos Aires y Entre Ríos descubriendo un mundo tan hostil como bello, en busca de su propio escenario”.

 

La voz de la autora en primera persona:

-¿Cómo surge tu deseo por escribir?

-Desde que empecé a escribir de niña, me despertó una atracción cautivante la literatura, como un universo paralelo a la realidad, que al mismo tiempo reflejaba miradas sensibles de vivencias personales. Como si la literatura nos invitara a crear un espacio y un tiempo en nuestro derrotero cotidiano, para leer y ser leídos. Una pausa en la realidad, un oasis en medio de la soledad, o por lo contrario un refugio del ruido del entorno, de la contaminación visual y sonora, o sobre estimulación sensorial que no permite que acontezca el silencio necesario para conectarnos con nuestros verdaderos sentimientos. La literatura obliga a detenerse, a observarse, a uno mismo y al entorno, a leerse. En mi biblioteca de la infancia, que me habían armado mis padres, tenía diversos libros, pero los que más me atraían eran los cuentos y poesías de Poldy Bird, Elsa Bornemann y María Elena Walsh que aún conservo. Algo me resonaba en ellas, y me estimulaba a escribir también poesías y cuentos, eran mujeres que escribían y se transformaron en referentes estimulantes para mí. Con los años descubrí mi vocación por el cine, que tiene en sus cimientos la escritura de historias, por lo que me resulta orgánico escribir, en mi caso suelo ser guionista de mis películas. De todas maneras, continué siempre escribiendo literatura, de hecho tuve varios blogs de poesía a través de los años. Publicar libros físicos era una cuenta pendiente conmigo misma.

 

-¿Cómo llegaste a Cuentos de río?

-Cuando sucedió el primer anuncio de la cuarentena en marzo de 2020, como muchas personas en el mundo, me asusté. No entendíamos que era este coronavirus que parecía devastador. Justo me había mudado a Beccar, y me reconecté con mis épocas de la infancia y juventud en el río. Aunque nunca abandoné el delta. Filmé por los ríos varias películas las últimas décadas. Es un territorio que es parte de mi identidad. Un poco por eso, otro poco por el aislamiento al que nos forzó la pandemia. Así fue como me enfrenté a ese sueño pendiente de  publicar. Si bien todos estos años escribí más poesía, fluyeron en ese momento un caudal creativo de historias, en formato de cuentos, que abordaban temáticas que me atravesaron a lo largo de la vida, sobre todo en mis veintipico. Durante el 2020, escribí muchísimos cuentos. Cuando surgió la posibilidad de publicar, tuve que hacer un recorte, una selección y una compilación. Detecté que muchos relatos tenían de escenario el río, me surgió naturalmente como mujer rioplatense. Así fue como seleccioné once cuentos que forman parte de este primer libro.

 

-¿De qué trata Cuentos de río?

-Cuentos de río es una compilación de historias que suceden en entornos de río, como testigo omnisciente. El río no está en un primer plano como se podría presumir por el título sino en un segundo plano, como subtexto silencioso, acompaña el fluir de los relatos de ficción. Los concibo como cuentos del litoral rioplatense que navegan por las provincias de Buenos Aires y Entre Ríos. Inclusive algún personaje “salta el charco” y aparece en Uruguay como un mismo territorio que no entiende de fronteras, como les sucede a algunos personajes.   Las protagonistas son mujeres, la mirada de la mujer joven que va descubriendo al mundo adulto, sus crueldades, complejidades y mezquindades en todo tipo vínculos: sociales, laborales, de amistad y sexo afectivos. Me interesa nadar y profundizar en los pliegues de los vínculos humanos, cómo impactan y nos van definiendo. Excepto el primer cuento introductorio que abraza todo el libro que son dos mujeres jubiladas, el resto son protagonistas jóvenes que van perdiendo velos de ingenuidad con sus vivencias. Tengo muy presente mi etapa al terminar el colegio y entrar en el mundo adulto como una etapa difícil en términos humanos.  Enfrentarme a las diferentes realidades del mundo, desde la lucha de clases, injusticias sociales, un 2001 que nos sucumbió como sociedad, falsos espiritualismos que no hacen más que usar mecanismos capitalistas jugando con la vulnerabilidad de las personas y la conciencia animalista… Jóvenes que sufren abusos de todo tipo, que por la inexperiencia quedan más expuestas. Mujeres que se van esculpiendo para ir en busca de su propia identidad, de emanciparse y actualizar los proyectos de vida en todas sus etapas. La liberación tanto vocacional como el elegir las amistades y no sentirnos obligados a transitar lo que nos es dado. Las mujeres protagonistas llevan el timón, eligen por sí mismas sus rumbos, toman decisiones, tienen tantas virtudes como sombras. Pero siempre buscan trascenderse. Ir más allá de las fronteras impuestas por un universo adulto contaminado. Navegan los ríos descubriendo un mundo tan hostil como bello, en busca de su propio escenario.

 

-¿Cómo resultó esta primera experiencia de publicar?

-Así como hay veces que algunos proyectos se traban en esta oportunidad todo fluyó por un cauce natural. Desde la contención que sentí al aislarme con estos universos de ficción que me protegieron del miedo al Covid, encontré una vez más, en la literatura el refugio que sentía de niña frente al contexto. Fue un escape con conciencia donde me encontré con uno de mis deseos. Pero sé que escribir no es suficiente. Si bien el proceso de escritura es una actividad individual y solitaria, necesitamos de otros, funcionamos en red, en lo colectivo. Los autores necesitamos de quienes colaboren en publicar y acompañar en nuestra navegación para que llegue a los lectores. No me pareció casual que surja la editorial entrerriana para abrirme sus puertas y sumarse a esta barca. A Marcos Henchoz de Rodolfo García editora, lo conocía porque me invitó a pasar mi película LANTÉC CHANÁ en Gualeguaychú. Así que fue un incentivo aun mayor, que fuera una editorial de una biblioteca popular de dicha región, provincia a la que le tengo tanto cariño y le dediqué el libro. Veremos que sucede, al momento me auto percibo como una cineasta que escribe. Espero que los lectores sientan el placer que yo sentí al escribirlos.

 

-¿Tenés algún nuevo proyecto literario por delante?

-Tengo muchos cuentos sobre viajes y donde el mar es el otro escenario en el que transcurren las historias. También tengo un centenar de poemas escritos en prosa, a lo largo de los años, en algún momento haré una antología. Es posible que el próximo libro elija uno u otro rumbo, o quien sabe, Cuentos de río es el puerto de partida de varios destinos literarios diversos. Espero que así sea. Escribir es parte de mi vocación y de mi identidad, no me imagino una vida sin expresiones artísticas. Soy una timonel que le gusta la aventura y adentrarse en ríos no transitados.

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