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Diario El Argentinosábado 20 de abril de 2024
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La Editora Rodolfo A. García publicó: El germinador en Cobicho

La Editora Rodolfo A. García publicó: El germinador en Cobicho

La Editora Rodolfo A. García recientemente publicó dos nuevos libros. Uno de ellos: El germinador en Cobicho de Mario Lissmann.


La Editora Rodolfo A. García recientemente publicó dos nuevos libros: Cuentos de río de Marina Zeising y El germinador en Cobicho de Mario Lissmann.

El que se presentará en esta oportunidad es: El germinador en Cobicho. Esta obra nació durante la difícil etapa de aislamiento por la pandemia, más precisamente, cuando la vida volvía paulatinamente a la “normalidad”. Es un libro pensado para chicos y para grandes, después de todo, como dijo Graciela Montes (1999), si la literatura es para niños debe venir por añadidura.

Propone mirar la pandemia con otros ojos, sacar la mirada de lo malo y ponerla en todo aquello lindo que dejó: momentos compartidos en familia, la posibilidad de recuperar lazos que se fueron perdiendo con la cotidianidad  y lo rutinario de la vida. Cuando todo se detuvo otras cosas comenzaron a movilizarse dentro del hogar: “El germinador en Cobicho una historia simple que muestra como una familia vivió lo extraordinariamente cotidiano en carne propia, en pandemia, intentando recuperar lo bueno a pesar de todo lo adverso de la situación” expresó Mario Lismann.

 

La voz del autor, Mario Lissmann:

-La idea de escribir El germinador en Cobicho, surge después del ASPO, cuando salir de casa para recrearse ya era posible. Aquí la cotidianeidad escolar, a la distancia, de mis hijos me hizo reflexionar y querer contar en una historia que, si bien apareció un día de repente, luego fue tomando forma de inmediato como si ya estuviese allí guardada en mí cabeza, dejase testimonio de lo que todos vivíamos durante el aislamiento. A través de una de las tareas escolares de mí hijo menor, apareció una aventura de la cual todos en la familia decidimos apoyar con lo que sabíamos y podíamos hacer. No existía mejor manera de contarlo que a través de un cuento, que puede ser para niños y también para grandes, que en definitiva también tienen algo de chicos.

Sin dudas que poder expresar lo vivido en 2020 a través de este género narrativo, tenía otro sabor, quizás incluso, le quitaba cierto dramatismo a la situación, pudiéndose aprovechar la experiencia, no solo desde lo malo de todo esto, sino abriendo nuevas maneras de cómo vivirla.

La tecnología como mediadora de los vínculos de los niños con su seño y la escuela permitió “mantener caliente” las ganas de conocer y aprender. Nosotros- los adultos- traccionando muchas veces contra el desgano, la angustia, la incertidumbre nos volvimos custodios para proteger la nueva manera de escolarizarse.

Cobicho (COVID 19), es un generador de momentos, que, aunque no tenga un protagonismo explicito tiene una importancia real en la cuestión. Es cierto que para algunos no fue, ni es nada bueno, pero que para otros si fue una posibilidad de recuperar algunas cuestiones que se venían perdiendo en la velocidad cotidiana de estos tiempos. Quizás haya sido el freno de la vida para detenernos a mirar con detalle lo rápido que pasa todo y que cuando nos damos cuenta ya es demasiado tarde.

Para mí familia poder dedicarnos entre todos, a lo que todos hacíamos en casa, acompañarnos, reírnos, pelearnos, no fue un sacrificio, más bien fue, un momento para aprovechar lo cotidiano con la tranquilidad de quienes tienen tiempo para compartir.

Luego ya volviendo a la presencialidad, la vida me cruza de lleno con Cristian Saffre, colega de Artes Plásticas y compañero de trabajo en el ISFDC Villa Paranacito, charlando le propongo ilustrar un cuento, lo leyó y acepto ser parte, de ahí surgieron las ilustraciones que invitan a seguir leyendo y mirando más y más…

Con la noticia de que Gualeguaychú tenía una editora que brindaría la posibilidad de publicar obras de artistas locales, fue que, Rodolfo García Editora se vuelve importante para nosotros, docentes que querían compartir lo que estaban haciendo con los demás, y que tendrían la posibilidad de hacerlo sin deambular por diferentes lugares, en la ciudad, a pocas cuadras esta la puerta para ello. Con el equipo de profesionales de la editora, por cierto, muy atentos y dedicados, nos pusimos a dar forma a este libro, claro que, cuando cobicho nos dejaba.

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