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Perón cumple- Evita dignifica
Hace 70 años lo decían. También sostenían que la democracia es donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende solo el interés del pueblo.
Jorge Pedro Jurado (*)
(Colaboración)
No sé por dónde comenzar, pero diría que si el gobierno dice abrazar las banderas arriba mencionadas, entonces habría que modificar esas máximas como sigue: “Alberto trata de cumplir y Cristina está temerosa” y “El gobierno hace lo que puede y defiende solo el interés de ellos”. De otra manera no se entiende cual es el fundamento para decir hoy que se siguen los ideales del líder y el de su esposa.
El Presidente desde que asumió viene incumpliendo su juramento de observar y hacer observar la Constitución Nacional y las leyes solamente está dedicado a obtener lo que le pidió quien lo eligió para ese cargo antes de las elecciones y es que no sea condenada por los innumerables delitos de los que se la acusa. Este es su único objetivo.
Pero no solamente no lo ha conseguido, sino que en estos años de gobierno la falta de gestión, la corrupción, la ausencia de un plan económico, el aumento de la pobreza, la inflación galopante, la desvalorización de nuestra moneda, las decenas de cortes por mes de los accesos a la Ciudad de Buenos Aires que nos impide transitar, el vaciamiento del Anses con jubilaciones a los 55 años y encima el pésimo manejo de la pandemia y los viles negociados con las vacunas hace que amén de perder el Frente de Todos las primarias, el rol presidencial se ha desgastado tanto que ya prácticamente nadie le cree. Tampoco resulta creíble el nuevo Jefe de Gabinete cuya misión es tratar de dar buenas noticias todos los días.
Decía en el comienzo que la otra recordada frase justicialista era que el gobierno debe hacer lo que el pueblo quiere y defender sus intereses. Pues bien. Los que se dicen amantes de esta doctrina han hecho y hacen todo lo contrario.
La pésima gestión realizada no refleja esa consigna y las recientes son para tratar de revertir al menos el resultado eleccionario y demuestran un grado tal de desesperación harto elevado. El pueblo no es tonto. El pobre es digno. No quiere dádivas, quiere trabajo. Pretende un ingreso que le alcance para subsistir y una vivienda digna como manda nuestra Carta Magna. Los argentinos deseamos volver a tener un país en serio. Un país que se desarrolle, que crezca, que se relacione con el mundo y que inspire confianza a los inversores para que creen trabajos genuinos.
Los argentinos no queremos más que nos griten, que nos digan lo que debemos hacer, que nos obliguen a quedarnos en casa, queremos que haya educación. No queremos ser pobres y eso no se arregla regalando una cocina, una heladera o una bicicleta. Deseamos tener seguridad y no la locura criminal que estamos viviendo. No es aceptable ni tolerable que haya fútbol y no presencialidad en las universidades.
Un mes y medio más y volveremos al cuarto oscuro a poner nuestro voto de confianza a quién estemos convencidos nos representen ante el Parlamento para conseguir básicamente lo que anhelamos. Pero no nos contentemos con solo eso ya que la Patria fue muy grande y tiene que volver a serlo. No lo dudemos. Así y solo así seremos una Nación.
(*) El autor de este artículo es abogado, escritor, periodista, columnista de radio y director del periódico digital del Grupo de El Censor de Gualeguaychú que se edita en la red social de Facebook.