.
La donación de órganos, un tema del que se habla mucho en la ciudad
“Los órganos no se van al cielo, y pueden salvar o prolongar vidas” expresó el médico terapista.
Dos historias diferentes, dos niñas de Gualeguaychú que movilizaron a la ciudad en pos de la concientización de la donación de órganos.
La primera historia es la de Micaela, la menor de 10 años que falleció luego de ser atropellada en la Avenida Artigas de la ciudad de Gualeguaychú. Su familia en un acto de amor desmedido y desinteresado donó sus órganos.
El proceso se realizó en el Hospital Materno Infantil San Roque de Paraná. Se trata de la ablación número catorce de este año, en esta ocasión fueron seis niños los beneficiados con trasplantes.
Por otro lado, Catalina Ghiglia, una niña de 11 años, brega por su vida. Se encuentra en la lista de emergencia nacional a la espera de un corazón. La enfermedad se complicó tras un comportamiento restrictivo del corazón, es por esto que los especialistas decidieron que la única solución posible es el trasplante.
Se podría llegar a pensar que las historias de estas dos niñas se cruzan en algún momento, pero lo cierto es que no pudo ser así. El pediatra de las niñas en diálogo con EL ARGENTINO explicó qué pasó con el corazón de Micaela y si pudo ser donado: “Estuve asistiendo a Micaela durante 48 horas críticas, lamentablemente su corazón no se pudo utilizar. Podría haber servido para Catalina, ambas eran iguales en grupo y factor sanguíneo. Esto es algo muy bueno para la donación y aceptación de un órgano” explicó.
“En este momento el corazón de Micaela está en el banco del Hospital Garrahan donde se están procesando las estructuras. Cuando el corazón ya no sirve se utilizan las válvulas para otros pacientes que solo necesitan un recambio valvular” relataron desde CUCAIER.
Además, el pediatra de las niñas expresó: “No se sabe a quién fue destinado, pero conocemos que fueron donados el hígado y los riñones. De los dos riñones uno fue para Buenos Aires y el otro a Mendoza. Estoy extremadamente emocionado con toda esta situación, fue mucho el trabajo que se realizó y finalmente se llegó a donar los órganos. Estamos muy contentos, porque esto está sucediendo en nuestra ciudad y poder formar parte de este equipo de trabajo me pone muy contento”.
El médico terapista explicó que la donación está estrechamente vinculada con la educación y con la información que se tiene de la misma. También, resaltó que es necesario desmitificar y derribar mitos colectivos, que ocasionan que los familiares duden o no accedan a la hora de donar los órganos de un ser querido. La realidad es que “los órganos no se van al cielo, y pueden salvar o prolongar vidas” expresó.