Tigre, el humilde club que busca brindar “herramientas” para la comunidad                 

Con 70 años de vida, la entidad ubicada en la Zona Norte de la ciudad cuenta con disciplinas deportivas, diversos talleres y clases de apoyo, destinados a chicos y chicas del barrio y sectores aledaños.

 

Por Pablo Díaz.

 

Fundado el 16 de julio de 1951  por un grupo de vecinos, el club Tigre es una humilde institución deportiva, social y educativa que sirve a la comunidad y sueña con “crecer” pura y exclusivamente para alejar a los chicos y chicas de la calle.

EL ARGENTINO recorrió las instalaciones de dicha entidad, ubicada en calle Victoria entre Guido Spano y Rodó, y fue recibido por la presidenta Albertina Delgado y el secretario Enzo Damer, quien además de compartir la comisión directiva  tienen un vínculo familiar, ya que son madre e hijo.

En una jugosa charla, que se produjo en el corazón de la sede social, a metros de la cancha de bochas, la disciplina insignia de la institución, Delgado y Damer se refirieron a la vida institucional del club y cuál es objetivo que tienen como dirigencia.

 

¿Cómo fue su primer vínculo con el club?

AD: Yo me inicié con las bochas, ya que mi papá me trajo a practicar y  ahí transcurrió mi presencia en este club. Cuando él fallece en 2012, me involucre más para sacarlo adelante. Hubo que organizarlo desde lo administrativo, buscar herramientas para brindarles a los chicos del barrio y acercar a la familia, dado que eso se había perdido.

 

¿Qué deportes y actividades brindan?

ED: El club cuenta con bochas, fútbol de salón (en Mayores y próximamente en categoría C-20 de la Asociación Futsal Gualeguaychú), vóleibol femenino (juega la Liga Municipal) y danza área, además, tenemos clases de apoyo escolares, talleres de cultura, danza, teatro y música. Después tenemos talleres laborales para gente más grande: tejido, marroquinería, belleza integral y también funciona adultos nivel primario.

 

¿Cómo sostienen la estructura

siendo un club humilde?

ED: Somos un club de barrio, y sabemos que los clubes de barrio necesitan un mayor apoyo y acompañamiento. Nosotros si bien tenemos socios y por ahí nos podemos llegar a abastecer de una cuota, pero es más solidaria que otra cosa. Después es todo a pulmón y a corazón de las personas que se involucran (socios, colaborares) y quieren participar.

AD: También, a través de ventas de tortas fritas, ventas de pollos, ravioles, de una rifa, así vamos obteniendo ingresos, porque también tenemos gastos. Muchas veces son los mismos deportistas que ponen de su bolsillo para ir sosteniendo la disciplina. Estamos tratando de trabajar en conjunto para pensar que podemos hacer para alivianar al deportista que práctica en el club de corazón y que quiere poner un granito de arena para que crezca.

 

¿Alcanza?

AD: Para que una cosa funcione vos tenés que trabajar en red, trabajar con escuelas, con el gobierno de turno, en equipo, para poder brindar lo mejor al barrio, a la comunidad y darles una propuesta para que ellos crezcan y vean otras oportunidades. Por ejemplo, estos de las clases de apoyo, nosotros mismos lo implementamos, quisimos dar ese servicio. Había mucha demanda y me preguntaba ¿cómo hacemos con tantos chicos? Lo planteamos con el Municipio y surgió un programa provincial, que lo trajeron. Siempre, a través del nexo y el diálogo por un objetivo primordial que son los niños.

 

¿Cómo se encuentran institucionalmente?

ED: Desde 2018 el club se encuentra bien legalmente, con su personería jurídica regulada y con balances anuales, que esto no sucedía. No existía. Si bien se fue una comisión fundadora y después de eso no hubo un seguimiento, un querer estar legal ante la provincia, que es lo que ha vos te va a llevar a ser un club organizado y a crecer.

 

Con el club regularizado ¿Tienen proyectos?

AD: Siempre hay proyectos, siempre estamos en busca y nunca ponemos un palo en la rueda.

ED: Uno de los proyectos que tenemos en mente es poder lograr lo que son las aulas en el primer piso del club. Hemos podido comprar a mediados de año todo lo que es material para la instalación eléctrica, gracias al municipio. A su vez queremos seguir avanzando. Hemos presentado proyectos en clubes en obra y siendo parte del presupuesto participativo. Hemos hecho mucho con eso: puertas, aberturas, anafe y freezer, entre otras cosas.

 

Por último ¿Qué objetivos tienen como club?

ED: Lo que uno busca y apunta es darle una herramienta real y verdadera a los chicos y chicas del barrio. Sabemos que vivimos una situación muy complicada, que los chicos tienen muy fácil encontrar el consumo problemático en esta zona. Nosotros apuntamos y soñamos en querer dar otro futuro y otra realidad, ya sea a ellos como a sus familias.

AD: Una persona me dijo que el club iba a desparecer y yo le respondí que algún día lo iba a ver grande. Ese es el gran objetivo y que  sirva para darles otra oportunidad a los chicos del barrio.  Lo hacemos de corazón y muchas veces sacamos del bolsillo nuestro para que esto siga.

 

EN FOCO

Albertina Delgado y Enzo Damer son las caras visibles de la comisión directiva, pero detrás de ellos hay un grupo cercano a las 20 personas que conforman la comisión directiva, entre ellos: presidente, vice, secretario, pro-secretario, tesoreros, pro-tesoreros, vocales titulares y suplentes, revisores de cuenta. “Muchos están activamente y otros no, pero te van ayudando de afuera” dijo Damer. “Todos son piezas importantes para que una institución funcione”, acotó Delgado.