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Diario El Argentinojueves 18 de abril de 2024
Opinión

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Desesperados: no asustarse es solo una expresión

Desesperados: no asustarse es solo una expresión

Hemos asistido a una sesión de Diputados donde no se permitió a los opositores ni siquiera preguntar.


También significa que como perdieron las elecciones legislativas querían aprobar un presupuesto irreal, manejar la elección de los jueces y encima cambiar la capital de la Nación. Mientras tanto el FMI nos observa.

 

Jorge Pedro Jurado (*)

 

Insólito y a destiempo el gobierno quería ir por más aun habiendo perdido las legislativas. Son oportunistas, entretenedores y desean tomar ventaja ahora mismo del pésimo resultado eleccionario. Recordemos que con la derrota se les fue la mayoría en Senadores y la oposición ganó en Diputados donde se pensaba que lo haría.

Los dirigentes políticos oficiales vuelven a lo mismo intentando presionar con una la ley de leyes es decir el Presupuesto Nacional. Primero la oposición no iba a dar quorum, al final lo hizo. Pero la sesión se llevó a cabo y el presupuesto fue rechazado. Ahora prorrogarán el de 2021. Un desafortunado discurso de un diputado oficialista disparó el rechazo.

Se trataba de un proyecto presupuestario irreal, alejado de las necesidades y proyecciones que son menester para salir del pozo. Un frente interno de gastos públicos que no cesan de subir.

Caso el del Poder Judicial de la Nación donde más del 90% se va en sueldos no obstante que el 30% de los cargos de jueces están vacantes y esos juzgados deben ser subrogados.

En la cuenta de ese poder del estado aparecen casi $130 millones de pesos para papel y útiles cuando asistimos a la digitalización de la gran mayoría de los organismos públicos y sus expedientes. No se entiende.

Otras partidas para la Justicia Nacional que se pueden analizar resultan traídas de los cabellos y son gastos proyectados absolutamente prescindibles en una nación con tanta pobreza, con elevada tasa de desocupación, con una justicia lenta y burocrática, con corrupción y desvío ilegal de fondos públicos hacia fines privados. Acá la justicia bien gracias.

Uno de los puntos bajo discusión fue el cálculo inflacionario proyectado para el año venidero que estimaban en un insuficiente 33%. Solo el atraso de los costos de los servicios públicos, los haberes jubilatorios, los servicios de la deuda externa y otras obligaciones impostergables hacían que el número de inflación que preveía el Ministerio de Economía fuera tan impredecible como el número que saldrá en el Gordo de Navidad.

Los verdaderos y reales gastos que deberá afrontar la Nación y por ende nosotros los contribuyentes que somos los únicos que, con nuestros impuestos los afrontamos para el sostén del lugar donde vivimos, no estaban reflejados. Hemos asistido a una sesión de Diputados donde no se permitió a los opositores ni siquiera preguntar de que partida se trataba o de donde se obtendrían los fondos. Insólito. A los que ponemos la plata no nos dejaron preguntar donde se gastará.

Otro oportunista tema lanzado fue volver a repensar la integración de la Corte Suprema, intento de muchas otras administraciones para volver a cooptar indirectamente las decisiones judiciales que este tipo de poderes autoritarios y no democráticos como el actual necesita para poder seguir sus tropelías. Si no es la justicia es el periodismo. Si no es el campo son las potencias del mundo capitalista, si no es la oposición son los grupos concentrados de poder. Nunca son ellos. Jamás reconocen que se pueden haber equivocado o cometido un mínimo error. Menos mal que nuestro Máximo Tribunal sentenció que el Consejo de la Magistratura no se toca. Por ende, alguien muy conocida está que vuela entre nerviosa, furiosa o más bien desesperada.

Finalmente para seguir entreteniendo a la tribuna de los que les siguen creyendo el Sr. Alberto Fernández volvió a la carga con la eventual posibilidad de trasladar la capital a alguna ciudad de la república diferente de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Otra vez esta ciudad. Nuevamente se la toman con los supuestos más pudientes, los más contagiadores del virus, donde viven los más adinerados del país y un bastión electoral que jamás pudieron ganar.

En un marco lleno de empresarios y dirigentes, nuestro Presidente como es su costumbre, volvió a intentar congraciarse con el interior.

Recordemos que hace poco había lanzado sus dardos, hacia Córdoba que le respondió con votos en contra. Ahora dijo que sería bueno trasladar la sede del Poder Ejecutivo a otro lugar, quizás el norte, como forma de relanzar el federalismo cosa que jamás hizo pues en dos años de gobierno se dedicó a legislar con decretos de necesidad y urgencia en lugar de convocar a los representantes del pueblo y de las provincias para discutir los temas de la pandemia. Lo hizo desde Buenos Aires y ahora pretende congraciarse con el resto del país.

Habló irresponsablemente de centralismo y aislacionismo cuando su gobierno no dialoga con los mandatarios federales que no son del mismo palo y se pelea con los países limítrofes y solo en este extenso y agotador bienio que lleva gobernado únicamente intercambia negocios o ideas políticas con países y dirigentes totalitarios. Fin de año difícil si lo hay. No se preocupen. Siempre que llovió paró. Esperemos que no haya inundaciones y si no hay salvavidas para todos por lo menos que el agua ayude a apagar los incendios de Chubut. Dios nos ampare.

(*) El autor de esta artículo es abogado, escritor, columnista radial y director del periódico digital llamado Grupo de El Censor de Gualeguaychú que se edita en la red social de Facebook.

 

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