La policía rural atrapó a una banda de cazadores furtivos

En el departamento La Paz, efectivos de la Brigada Rural dependiente de la Dirección de Prevención de Delitos Rurales logró desarticular el accionar de una verdadera banda que de un tiempo a esta parte venía depredando en campos de esa parte del territorio del noroeste entrerriano, con matanza indiscriminada de animales de especies silvestres e, incluso, de ganado.

Los marginales desplegaban sus movimientos en la zona rural de las colonias San Gustavo y Arroyo Hondo, tarea delictiva que motivó intensas pesquisas que llevaron a los policías a disponer vigilancias y procedimientos practicados en la amplia zona rural antes mencionada.

Las investigaciones permitieron establecer que los cazadores furtivos se guarecían especialmente en la propiedad de una familia que, mediante importantes sumas de dinero, les brindaba apoyo para guardar sus pertenencias (armas y demás) y  les suministraba sus servicios  como guías.

Los integrantes de esta gavilla no solamente eran de la zona sino que llegaban desde localidades distantes e, incluso, desde otras provincias, para incursionar a cualquier hora de cada jornada en campos  de muchas o pocas hectáreas,  infringiendo la Ley Provincial de Caza Nº 4841.

Los ‘furtivos’   capturaban y mataban toda clase de animales de la fauna silvestre en verdaderas oleadas depredatorias, además de provocar inmenso temor en los habitantes de la zona rural, que a cualquier hora eran testigos de los movimientos de los marginales, con el consiguiente peligro del uso que hacían de las armas de fuego. A esto se suma que el ganado existente en los campos estaba expuesto a las balaceras y a que era objeto de estampidas por las detonaciones de las armas.

También los vecinos rurales eran blanco de permanentes seguimientos de sus movimientos, ya que quienes ‘trabajaban’ como guías los vigilaban para saber si estaban o no en sus propiedades a la hora de las incursiones ilegales.

Por supuesto que también los policías eran seguidos en sus despliegues de patrullajes, para así evitar encontrarse con los uniformados en el momento de las depredaciones.

Pero igual no pudieron eludir el trabajo de los brigadistas, que pudieron detectarlos y establecer que los cazadores marginales utilizaban armas de alto poder de fuego y tecnología de visores térmicos e infrarrojos, y vehículos aptos para caminos intransitables.

Toda esta información se entregó a la Justicia, y en virtud de ellos se otorgaron   órdenes de allanamientos y registros domiciliarios; ordenados por el Juzgado de Garantías y Transición de La Paz. Mediante los allanamientos simultáneos se obtuvo como resultado el secuestro de gran cantidad de armas, cartuchería, objetos, dispositivos, accesorios y elementos utilizados para la actividad de caza.

 

 

En Gualeguay decomisaron

centenares de aves exóticas

 

 

Eran transportadas en el baúl de un automóvil que circulaba por la Ruta 11, en zona de Gualeguay. El conductor del rodado no contaba con la documentación que avale su tenencia.

En un control vial que se desarrolló en el Km 24 de la RP 11, en el departamento Gualeguay, personal de Gendarmería Nacional Argentina interceptó a un automóvil Renault Fluence que transportaba ilegalmente fauna exótica.

Los gendarmes requirieron la documentación al conductor del vehículo  y, cuando estaban en esa tarea, escucharon sonidos provenientes del baúl del auto.

Al realizar la requisa hallaron 300 aves de distintas especies, entre ellas Cacatúa Ninfa o Cocotilla , Manón Australiana o Capuchino del Japón y Calafate o Pardal de Java.

Todos las aves, nacidas en criaderos, eran llevadas sin autorización ni documentación legal, motivo por el que se decomisó la carga por infracción a la Ley Provincial de Caza N° 4841, decretos y resoluciones complementarias, Ley Nacional de Protección de la Fauna N° 22421 y de Adhesión N° 9509, por no contar con Guía de Tránsito de Productos de la Fauna (COLT) para amparar las aves, como así también no poseer licencia para realizar la actividad al momento del control.

Debido a que las aves son de origen foráneo –de Japón y Australia–, no se pueden liberar en un ambiente natural y, por ello, tras consultar a las autoridades provinciales, se dispuso la tenencia provisoria a la personas que las transportaba, hasta tanto resuelva el área legal de la Dirección General de Fiscalización provincial.