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Protectoras advierten falta de información sobre el proyecto de ordenanza animal
Desde el año pasado Patitas, Pro.vo.in y La Casita vienen realizando devoluciones al municipio sobre el nuevo proyecto de ordenanza animal, sin embargo, la última vez que mantuvieron una reunión, los funcionarios no habían realizado las correcciones pertinentes de la futura ordenanza.
Por Camila Mateo
Coqui Carbó de Patitas, María Antúnez de Pro.vo.in y Carmen de La Casita, se encuentran preocupadas porque la nueva ordenanza animal será tratada en breve por el Concejo Deliberante y desconocen si contienen las correcciones necesarias.
En cuanto supieron que desde el Concejo se barajaba la posibilidad de un tratamiento en el corto plazo, solicitaron saber si el proyecto habían incorporado las modificaciones que habían señalado desde las protectoras. Sin embargo, no recibieron respuesta alguna. “Desconocemos en qué términos fue presentada la ordenanza”, manifiestan.
Desde el año pasado, el Municipio se encuentra trabajando en la redacción de una nueva ordenanza animal, ya que la que se encuentra en vigencia es muy antigua. Es en este marco, que solicitan asesoría de las protectoras de la ciudad, que son las entidades que tienen un conocimiento fundado de la situación animal de Gualeguaychú.
Al respecto, Coquí Carbó expresa: “Desde las protectoras estamos continuamente en este tema, no solo en el campo. Tenemos que estar continuamente informadas y buscando todo lo que se está haciendo en la Argentina. Es así que dimos con la Red de Políticas Públicas”.
Y agrega: “Cuando se nos convoca para que opinemos sobre el nuevo proyecto de ordenanza, devolvimos 16 página de correcciones. Revisamos el proyecto con la chica que está a cargo de la Red de Políticas Públicas en Rosario. Lo desmenuzamos punto por punto durante 5 horas por zoom”.
Según explican las proteccionistas, en la instancia posterior a la devolución, volvieron a reunirse con las autoridades para leer el proyecto con las modificaciones. Sin embargo, se encontraron con que las únicas correcciones que se habían hecho eran meramente conceptuales. “Esta ordenanza fue y vino muchas veces, hasta la última vez que vino, seguimos apuntando los mismos errores”, señala María Antúnez.
Entre los puntos que se sugería modificar, se encontraba el inciso que alentaba que siguieran existiendo los refugios, es decir que no contemplaba a una mirada a largo plazo que diera solución real al problema de la sobrepoblación de animales que atraviesa Gualeguaychú.
En esta misma línea, la nueva ordenanza también regularía los criaderos de perros, que en un contexto de sobrepoblación suena absurdo, además de que la mayoría trabajan en la clandestinidad y viola considerablemente los derechos de los animales. Sin ir más lejos, esta misma semana se encontró en Buenos Aires criaderos que tenía en condiciones inadmisibles y poco éticas a cientos de cachorros.
Sin embargo, a pesar de la importancia de lo señalado anteriormente, las protectoras insisten que el apartado del nuevo proyecto de ley que debe ser abordado con urgencia es el de control poblacional, en pocas palabras, el programa de castraciones.
“Hay que atacar la causa, no las consecuencias. La causa es la sobrepoblación de animales, y esto se soluciona con castración masivas, acá es cuando enganchamos con la Red de Políticas Públicas”, explica Carbó.
Lo que recomiendan las proteccionistas es que desde el Municipio se adhiera a la ordenanza de Equilibrio Poblacional que elaboró la Red de Políticas Públicas, basada en 25 años de experiencia en Almirante Brown, Buenos Aires.
El Programa de Equilibrio Poblacional, propuesto por la Red, “constituye una Política de Estado de Cuidado de la Salud Pública y Animal, a partir de un control eficiente de la reproducción de perros y gatos, que actúa en forma preventiva evitando la sobrepoblación de las especies y sus consecuencias: zoonosis, accidentes de tránsito, y por mordeduras, contaminación ambiental, abandono, y sufrimiento del animal y su comunidad”.
“Nosotras estamos convencidas de que lo que dice la red es chequeable. Está compuesto por médicos para humanos, tenés medico veterinarios, un grupo de abogados, que tienen 25 años trabajando en el tema”, enfatiza María Antúnez.
Lo que sugieren las proteccionistas es que la Municipalidad adhiera a la ordenanza de la Red y reciba sus capacitaciones de forma gratuita y que sea perfectible, es decir, que pueda ir modificándose de acuerdo a la situación local. Lo que no quieren es que se siga perdiendo el tiempo mientras los animales se siguen reproduciendo y el problema se torna más grande.
En la actualidad, las proteccionistas denuncian el mal funcionamiento de la Veterinaria Municipal: “Una semana castran y otra no. No sabemos qué está pasando. Y cuando ellos no castran, más demanda tenemos nosotros desde Pro.vo.in. Y no tenemos recursos para absorberlo”, explica Antúnez.
En la ciudad se tendrían que realizar 833 castraciones por mes para poder lograr un equilibrio poblacional, pero solamente se concedió presupuesto para 400. Es decir, que el programa no es efectivo, porque la velocidad de reproducción de los animales es tan alta que no alcanza a absorber las castraciones realizadas, salvo que se hagan la cantidad necesaria.
“Se están despilfarrando recursos. Lo que falla es el equipo de asesoramiento que tiene Piaggio, porque se ve buena predisposición de parte del intendente. Falta escucharnos y saber que el problema no se soluciona con esa cantidad de castraciones. No sacamos del aire el cálculo. Llegamos a ese número en base a 100 mil habitantes. Hay que castrar el 20% por año, es decir 10mil animales por año, 833 por mes, 42 por día. Si castras menos no vamos a poder lograr el equilibrio poblacional, que establece qué cantidad de animales por año pueden ser reabsorbido por hogares que puedan tenerlos”.
Para tener en cuenta
La Red de Políticas Públicas firmó un convenio con la Sociedad Argentina de Pediatría para trabajar en conjunto. Esto se debe a que el 60% de los niños que presentan parasitosis es de origen animal. De cada 10 niños en la Argentina, entre 4 y 8 sufre tienen este tipo de parásitos.
Esto puede generar en los menores mal nutrición, desnutrición y mal desarrollo cognitivo. A futuro genera que esas persona tengan menos competencias que otros a la hora de conseguir trabaja o seguir estudios terciarios y universitarios, lo que puede llegar a repercutir en el desarrollo económico del país.
En pocas palabras, la petición de las proteccionistas no solo aborda la cuestión animal sino que es una cuestión de salud pública. Si se aplica el programa de Equilibrio Poblacional se estaría dando respuesta a una situación de salud que involucra las infancias de nuestra ciudad, se reducirían los accidentes de tránsito, las roturas de bolsas de basura, las mordeduras y el sufrimiento animal.