¿Se viene un Museo de Bellas Artes en Gualeguaychú?

Al respecto, DIARIO EL ARGENTINO, dialogó con algunos artistas para conocer su opinión sobre la posibilidad de concretarse este proyecto.

 

José Cardoso es artista, profesor de Arte en Isped y en la Tecnicatura de Artes y Diseño de Espacios en el Instituto Superior de Arte de la ciudad. También tiene una licenciatura en Antropología Cultural y escribió el libro titulado “El arte a través de la historia y la historia a través del arte”, que fue presentado en la Feria Internacional del Libro en Buenos Aires. La posibilidad de que se cree en la ciudad un espacio dedicado al arte le parece fantástico. En este sentido señala: “Alguna vez lo he hablado con algunas personas, incluso con Natalia Derudi, que es la encargada de los museos, que sería buenísimo tener un museo. Lo que estaba dando vueltas en mi imaginario era un museo de arte de Gualeguaychú. Con arte que tendría que ser contemporáneo”.

Cardoso explica que sería beneficioso en dos sentidos: por un lado, sería un espacio donde los artistas locales podrían exhibir sus obras. En este sentido, señala: “En Gualeguaychú no hay  ninguna sala óptima para hacer muestras. De hecho, con un amigo estamos planeando una muestra y no encuentro un lugar donde hacerla, es bastante complicado.  Hace falta un lugar para eso. Esto revalorizará a los artistas locales. Acá hay un movimiento artístico de todas las ramas del arte, y de las artes plásticas impresionante. Y parece mentira pero no hay un lugar para rescatar todo eso y ponerlo en valor”.

Por otro lado, la existencia de un Museo de Bellas Artes, contribuiría al enriquecimiento de la historia local. “Un lugar donde se pueda producir y generar conocimiento y avances técnicos, donde den talleres, que se armen y dicten Congresos, sería un golazo”.

El artista advierte que para que la idea no quede simplemente en eso, es necesario que haya voluntad política. “Del lado privado lo veo difícil. Habiendo tantos artistas no hay un mercado del arte, todo el mundo consume arte, y todos tienen un amigo que hace arte pero que le regala alguna pintura, y eso hace que valga menos. Como todos nos conocemos y nos parece que los grandes artistas son seres ficcionales, es como que el vecino de al lado, hace lindo dibujos y nada más. Pero a veces  no es tan así”.

En un intento de fantasear y creer posible la construcción de un museo de arte, desde el ARGENTINO se le pregunta a José cómo imagina ese espacio:  “tendría que ser espacioso y disponer de buen equipamiento, con esto me refiero a que debería contar con un área de  talleres, un laboratorio, una sala de exposiciones con buenas luces y salas de exposición permanente con todo lo que ello conlleva”.

AntonellaFalero, es una joven artista de la ciudad, se recibió en el profesorado de Artes Visuales de ISPED y actualmente se encuentra cursando la licenciatura de la Facultad de Arte de La Plata de forma remota, ya que durante la pandemia se quedó sin trabajo en su lugar de estudio y retornó a Gualeguaychú.

El espacio donde Antonella puede exponer y comercializar su arte es en el Paseo Alem que se realiza una vez por mes. La posible creación de un museo de arte, supone para ella y otros artistas tener un espacio para valorizar y exhibir sus obras en la ciudad que los vio crecer. En este sentido, la joven artista expresa: ``Una que está en el ambiente conoce más de cerca la situación. En la Facultad de Arte de la Plata hay mucha gente de la ciudad que estudia, gente grosa y que busca hacerse un lugar, pero lo buscan en otro lado. Estaría bueno encontrar en tu ciudad, el lugar donde vivís, donde estuviste toda tu vida,  ese espacio para mostrar lo que haces y vivir de eso”.

Antonella advierte que a la ciudad le falta más firmeza en la gestión cultural: “Falta mucho. Gualeguaychú es una ciudad donde haces un paso y te encontras con  personas que hacen música,  teatro, esculturas, que pintan, que dibujan, que son profesores de hace años y tienen una carrera enorme y han expuesto en otros lugares. Yo tenía un profesor que expuso en China. Hay una chica de acá  que se ganó una beca para ir a la Facultad de Artes en México, y esas cosas no se saben. Crear un museo sería darle importancia a eso y reconocer que son artistas locales, gente con mentes brillantes y gigantes que muchas veces se van o quedan en un círculo muy chiquito y se merecen más”.

La joven artista expresa que está llevando a cabo una investigación sobre el arte textil,y agrega que José Cardoso, quien fue su profesor , “hizo una investigación sobre la corporeidad en el arte, son cosas re buenas que quedan ahí dormidas. A veces digo que lastima no tener un lugar, un espacio para mostrar todo eso”.

Por otra parte, María Inés Salzman, Licenciada en Artes Visuales recibida en la Universidad Nacional de las Artes, señala que antes de la construcción de una museo de bellas artes, que afirma sería idílico y maravilloso, se deben resolver otros temas de fondo.

Salzman manifiesta “me  hace un poco de ruido pensar  en un museo cuando tenemos lugares que están destinados a la cultura y no están bien mantenidos. La temática más frecuente es que no hay un lugar de exposición que esté en condiciones. La Casa de la Cultura debería cumplir con ese rol, pero la realidad es que a mí y a muchos de los artista visuales de Gualeguaychú no nos dan ganas de exponer en ese lugar porque el edificio está super deteriorado y es difícil que las obras puedan verse en un lugar como ese donde la iluminación no es la indicada. Los pisos están rotos, las paredes no están en condiciones”.

“Entonces pensar en un museo me parece hermoso e idílico cuando en realidad creo que el presupuesto para cultura, que tenga que ver con pintura y artes visuales ha sido cero. Las áreas de cultura que se han estimulado a nivel provincial y municipal no tienen que ver con las artes visuales o con las bellas artes”.

La licenciada en Arte recuerda su retorno a Gualeguaychú y su entusiasmo por desarrollar su arte en la ciudad: “Hace 15 años que vivo en Gualeguaychú, cuando me vine a vivir acá  estaba recién recibida y estaba en contacto con gente del UNA y tenía muchos profesores conocidos e intenté cosas. Intente traer esa gente, intente generar movimientos para que ellos expusieran y nosotros también. Llegué con todas las pilas, intentando aprovechar el contacto con gente de renombre pero no tuve nunca cabida”.

Por último, la artista señala que “otra cosa que me parece y he vivido y sufrido en mi tiempo como artista en Gualeguaychú, es que nunca recibí o nunca accedí a un trabajo que sea remunerado. De hecho yo no acepto trabajos en Gualeguaychú porque los trabajos que implican a un artista son siempre ad honorem. Me parece super valioso pensar que hay muchos pasos previos al sueño idílico del museo de bellas artes. Porque si vamos a tener un museo pero no va a haber quien exponga, trabaje de una forma valiosa, me parece que sería difícil de sostener”.

Finalmente, Salzman juega a imaginar un escenario ideal y la construcción del museo. Al respecto manifiesta :  “Puedo hacerme el juego de imaginar un escenario ideal y la existencia de un museo de bellas artes y lo primero que pienso en la existencia de un sala de exposición adecuada con paredes blancas y limpias para colgar, con luces, gente que pueda atender el lugar y plata para divulgar horarios de apertura y un lugar accesible.  Por supuesto, me encantaría que hubiera una recopilación de artistas entrerrianos que se pueda visitar frecuentemente, pero además en Gualeguaychú no hay un lugar de exposición que este bien. Hay muchos artistas con ganas de mostrar su arte y no hay donde, y mucho menos apoyo para facilitar eso.

“Imagino  que si estuviera este museo, obligaría a la producción constante,a moverlo, a  buscar gente de afuera que pudiera enriquecerlo también. Habría una exigencia inmediata de generar cosas en ese espacio para que se pueda mover”.