El río tiene valores bajos de oxígeno

Además, debido a la creciente, se puede observar gran cantidad de material particulado en suspensión, la mayoría, materia orgánica de origen vegetal. El régimen hidrológico del río Gualeguaychú ha experimentado una fuerte crecida, llegando, hasta ahora, a su mayor repunte en estos días, luego de haber fluctuado en valores muy altos de su caudal (alrededor de 3,90 metros) con relativamente poco movimiento de agua. “El martes 1º de diciembre, aproximadamente en horas del mediodía, se observaron algunos peces nadando lentamente y “boqueando” muy cercanos a la superficie del agua en la zona portuaria. Este es un comportamiento típico de peces que sufren un estrés por déficit de oxígeno”, advirtió el informe de la Municipalidad. De esta manera, se pudieron comprobar algunos factores que están contribuyendo con este déficit de oxígeno en algunos tramos del río Gualeguaychú. En primer lugar, el agua relativamente estancada impide una oxigenación eficiente por difusión con la atmósfera. En segundo lugar, la gran cantidad de material particulado en suspensión le confiere una elevada turbiedad dificultando la penetración de los rayos solares y, como consecuencia, evitando o dificultando que las algas, propias del río, realicen los procesos fotosintéticos con la consecuente producción de oxígeno. Además, el hecho de que ese material sea en su mayoría materia orgánica, que está en procesos de descomposición, también contribuye al consumo de oxígeno por parte de los organismos descomponedores (hongos y bacterias, principalmente). El informe de la Dirección de Medio Ambiente dio cuenta que “las temperaturas elevadas propias de esta época potencian los otros factores contribuyendo a la falta de oxígeno, debido a que, con el aumento de la temperatura, disminuye la solubilidad del mismo en agua y los organismos aumentan su metabolismo general”. Por otra parte, el mismo martes, se procedió a realizar un conteo de los peces afectados que se veían en la superficie sobre la costa, contabilizándose alrededor de 20 corvinas de río Pachyurus bonariensis (Steindachner, 1879) y diez lenguados comunes Solea vulgaris, algunos de los cuales fueron “levantados con bonete” y llevados a unas peceras acondicionadas en el acuario del puerto, con el objetivo de evitar que, de seguir las condiciones desfavorables, pudieran verse afectadas mortalmente. Estos peces son de hábitos bentónicos alimentándose de organismos y materia orgánica que se encuentran en el lecho del río; por lo tanto, su comportamiento es un indicador claro de la falta de O2 en su hábitat. Asimismo, el miércoles 2 de diciembre, hubo un leve cambio en las condiciones del río, debido a algunas precipitaciones, produciendo un movimiento de agua y una pequeña baja de temperatura. Esto teóricamente mejora las concentraciones de oxígeno en agua, que se pudo comprobar con mediciones de oxígeno disuelto y por la no visualización de peces en superficie como el día anterior. Al otro día, durante el día miércoles, se tomaron muestras de agua, las que están siendo procesadas en el laboratorio de Obras Sanitarias Municipal para realizar las determinaciones correspondientes. Finalmente, el jueves, se ha seguido con el monitoreo de la zona para ver el comportamiento de los peces y realizar mediciones de oxígeno disuelto. De todas maneras, parece confirmarse la tendencia a la mejora en los niveles de oxígeno disuelto insinuada en el día anterior, fundamentalmente por el movimiento de las aguas. Cabe mencionar que la interacción de todos factores que afectan al régimen hídrico del río, es compleja y difícil de predecir; no obstante, “podemos calificar como normal el actual déficit de oxígeno dentro de las condiciones actuales”, se indicó.