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La Escuela de Horticultura

Una institución que afronta las dificultades sin descuidar la educación

  Una institución que afronta las dificultades sin descuidar la educación

La Escuela Nº 89 “Dr. Héctor Grané” fue creada en 1965 y tomó su popular mote de escuelita de Horticultura de su primer nombre: “Escuela de Horticultura, Floricultura y afines”.


En 2003 la escuelita fue tipificada como una escuela de jornada completa con anexo a albergue. Recién a partir de ese año la escuela pasó a ser de jornada completa ya que siempre fue de jornada simple. Actualmente asisten al establecimiento unos 80 chicos, 30 de los cuales se quedan a dormir en el albergue que posee el establecimiento.
Es relevante aclarar que la escuelita solo ocupa unas 8 hectáreas de todo el predio en el que está emplazada, el resto pertenece al Consejo del Menor.
Seis docentes de ciclo, uno de nivel inicial, tres profesores de talleres, cuatro de actividades especiales, celadores, un sereno y el director conforman la comunidad educativa de la Escuelita de Horticultura, que parece ya formar parte del paisaje de Urquiza al Oeste.
Según informó a EL ARGENTINO, el actual director del establecimiento, Daniel Osuna, el albergue no es de régimen cerrado “eso se conversa con los padres para que no obligar a los chicos a que se queden de lunes a viernes porque, si bien lo pueden hacer, muchas veces extrañan”.
Osuna explicó que “los chicos están toda la mañana en la escuela común, por denominarla de alguna manera, después del mediodía realizan las actividades de las materias especiales, como educación física y música, entre otras. También por la tarde vienen los maestros de los talleres de Agropecuaria, Jardinería y Reciclado”.
A medida que pasa el tiempo y, teniendo en cuenta las necesidades tanto de la escuela como de los alumnos, los talleres se van modificando. Así sucedió con lo que hoy es taller de jardinería, que antes era de cocina, en el que los chicos aprendían a cocinar y a comer. “Era un taller muy importante, pero hoy no tenemos el dinero necesario para mantener el taller de cocina y por eso no se hace más, para hacerlo deberíamos de sacar dinero de otro lado, que es del comedor y no lo podemos hacer”, puntualizó el director.
A la escuela asisten chicos de diversos barrios de la ciudad, la mayoría de ellos ubicados en las periferias de Gualeguaychú y se caracterizan por ser muy humildes. Tal es el caso de alumnos que vienen de La Cuchilla, el barrio Franco, el San Francisco y Médanos. “La mayoría de las familias de nuestros alumnos viven en situación de pobreza, tienen muchas necesidades económicas y sociales”, puntualizó Daniel Osuna. “Es por eso que, en muchos casos, necesitan que los chicos se queden a dormir acá, porque no tienen para darles de comer ni para pagar el transporte”, añadió el director.
Los chicos cuando llegan a la escuela, desayunan, luego almuerzan y meriendan a las 15.30. Los que se quedan a dormir en el albergue cenan. Al otro día, los chicos que durmieron en la escuela, desayunan bien temprano y a media mañana reciben la copa de leche. Estas comidas se cubren con el dinero que llega para el comedor escolar, que es de dos pesos por chico. “De más está decir que hacemos malabarismo, porque con dos pesos por día, por chico nosotros les damos cuatro comidas”, aclaró el responsable del establecimiento, quien agregó que “al tener la huerta, que hoy no produce para vender sino que tiene un objetivo puramente pedagógica, lo poco que podemos sacar lo usamos para las comidas. También hay tres vaquitas con la que obtenemos leche”.
Durante las vacaciones los maestros y el director visitan los domicilios de los alumnos, conocen como viven, hablan con sus padres y los instan a que vuelvan a clases a principio de año.
Más que una comunidad educativa la escuela de Horticultura es como una gran familia, en la que los más mimados son los alumnos.

La distancia

Un gran problema que deben afrontar los alumnos y sus familias es la gran distancia que hay entre sus hogares y la escuela. En realidad la distancia no sería un inconveniente mayor si contaran con el dinero para pagar el colectivo diario o tuvieran medios propios para trasladarse. Pero esta no es la realidad que viven la mayoría de los padres de los alumnos de la Escuela de Horticultura. En general son familias con muchos hijos y con escasos recursos, por lo que pagar el transporte de línea, ida y vuelta, les resulta difícil y muchas veces imposible, lo que muchas veces impide que los chicos no puedan asistir a clases.
El transporte público que llega a la Escuela es la línea El Verde (ex Sarandí). “Hace unos años el Consejo General de Educación pagaba el colectivo, luego no tuvieron más esos fondos y fue la Municipalidad la que les dio un pase gratis por un año, pero al no ser su responsabilidad esto se cortó. Los dos últimos meses del año pasado también los pagó el municipio, pero son siempre soluciones a corto plazo. Desde hace dos años, los chicos se pagan el colectivo. El valor del pasaje es de 0,50 centavos que, en ida y vuelta, suma un peso. En muchos casos son cuatro hermanos los que asisten y por ende esa familia tiene 4 pesos diarios en colectivo”.
Otro aspecto, relacionado al del traslado, es que la Línea Verde llega, en el regreso, hasta la Plaza San Martín; desde allí los alumnos deben ver cómo se trasladan hasta sus domicilios que quedan bastante lejos.
“En otras épocas cuando había dinero había un transporte, que pagaba la escuela, que los llevaba de la plaza a zonas cercanas a sus domicilios, pero hoy no podemos hacerlo”.
La respuesta que ha recibido el director de las áreas a las que les compete resolver esta situación es que “no hay plata” o “ya van a salir las becas”. Pero el hecho es que, estando por comenzar el mes de septiembre aún no hay noticias de las becas y los alumnos siguen padeciendo el problema de no tener dinero para pagar el viaje a la escuela. El año pasado la beca llegó en noviembre.

Más aulas

Desde 2006 la escuela viene pidiendo que le construyan su edificio, ya que lo que hoy utilizan como aulas son dormitorios del albergue. La Escuela cuenta con diez dormitorios en planta baja y diez en primer piso, cada dormitorio tiene dos camas cuchetas. Los de planta baja son lo que actualmente cumplen la función de aulas, quitando la posibilidad de que más chicos se puedan quedar a dormir.
El proyecto de construcción de seis aulas fue presentado ante Arquitectura Provincial y, desde entonces la comunidad educativa está a la espera de que se apruebe la financiación para iniciar la obra. Ante los reclamos del director, desde el área, le respondieron que “no hay proyecto salido de acá”. Fue a partir de esta respuesta que recibió Osuna, y que no termina de comprender, que decidió entregar un petitorio al gobernador, Sergio Urribarri, en una de las últimas visitas a la ciudad, “para ver la posibilidad de acelerar los trámites y destrabar el proyecto de la construcción de las seis aulas”.

La escuela secundaria

Este año, a partir de un reclamo que año a año vienen realizando los padres al director de la escuela, se mantuvieron reuniones con los legisladores para crear una escuela secundaria en el lugar. “Muchos de nuestros chicos quieren continuar con la escuela. Muchas veces me encuentro con ex alumnos y siempre me pregunta si ya se creó el secundario. Si bien la mayoría empieza en otras escuelas, muchos se sienten perdidos en ámbitos que son totalmente diferentes y abandonan. Acá la enseñanza es casi personalizada”, señaló Daniel Osuna.

El albergue

Los celadores docentes, después de las 15.30 horas quedan a cargo de los chicos que se quedan a dormir en el albergue. A esa hora, cuando ya se fueron todos los chicos que no se quedan en el establecimiento, la escuela provee una muda de ropa a cada chico para que más tarde, cuando llegue la hora de bañarse, se cambien la ropa que trajeron puesta. Después de esto ellos juegan. Según indicó el director “el tiempo de los chicos está relativamente planificado, para que los chicos no se aburran”. Es así que en el transcurso de la tarde tienen momentos de pintura, dibujo, lectura, computación o juegos. “La idea es que los chicos se sientan como en su casa, por eso están organizados los talleres, según como los vea el celador es que va organizando la tarde”, indicó el entrevistado.
“Uno de los celadores me solicitó una guitarra para, en las tardes, enseñarles a tocar ese instrumento. Pero la escuela no la puede comprar, por eso pedimos a la comunidad que si tiene alguna guitarra que ya no use nos la done”, pidió Osuna.
Los chicos hacen dramatizaciones, a partir de la lectura de cuentos tradicional. En su momento los chicos hicieron una murguita, “ellos se enganchan mucho con la música y el canto, les gusta mucho y hay un bombo en la escuela”, afirmó el director.

La Escuela de Horticultura necesita:

-Una guitarra.
-Estufas.
-Medias, ropa interior de chicos y zapatillas.
-Secarropas y lavarropas para la lavandería. Se lavan a diario 30 mudas de ropa y en este momento solo tienen un lavarropas semmiautomatico.
-Necesitan árboles de sombra para plantar.
-Una puerta placa para el baño del jardín.
-Hojas de carpeta. -Juguetes.                                                                                                                                                                                                     

Rotary Club Gualeguaychú Oeste

El Rotary Club Gualeguaychú Oeste es padrino de la Escuela de Horticultura. Ellos mantienen un contacto permanente con el director y tratan de ir ayudando en lo que pueden a las diversas necesidades que tiene la escuelita. La presidenta de esta institución, Liliana Lound, comentó a EL ARGENTINO que “en fechas como el día del Niño, en el cumpleaños establecimiento y a fin de año, realizamos fiestas en el lugar”. Hace un tiempo entregaron un calefón, luego una heladera que fue donada y hace poco llevaron computadoras.

Taller de cocina

Actualmente los alumnos de 6to año llevan a cabo un proyecto de cocina con la Facultad de Bromatología, a partir del cual los alumnos visitan una vez al mes la a la facultad y realizan allí el taller con ayuda de estudiantes de nutrición. Los chicos están muy satisfechos con esta iniciativa, tanto es así que quieren que se haga más seguido.


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