¡Madre de los cautivos, ruega por nosotros!
El 24 de septiembre recordamos a Nuestra Señora de la Merced, patrona de los privados de libertad. Desde uno de los patios de la Unidad Penal N° 2, su imagen de MAMÁ acompaña a cada uno de los internos. La han rodeado con flores, estampas y rosarios.
Ellos la cuidan y Ella los protege. ¿Cómo podría nuestra Madre María olvidar a los más desprotegidos? Pidamos que María de la Merced rompa todas las cadenas, las visibles y las que afligen nuestro corazón y que aprendamos a descubrir a Jesús en los hermanos que la sociedad desecha. Pastoral Penitenciaria Gchú.
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