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Diario El Argentinoviernes 19 de abril de 2024
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El condimento

Alimentos sanos

Alimentos sanos

Acceder a alimentos sanos es una posibilidad que siempre está al alcance de las manos. Un ejemplo de ello, es el Programa ProHuerta que lleva adelante desde hace casi veinte años el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).


La iniciativa es de alcance universal, aunque tienen prioridad las situaciones de mayor vulnerabilidad social. Es un programa federal y ha desarrollado importantes impactos positivos en el rubro agricultura urbana, a través de huertas familiares, comunitarias, escolares y otras similares.
En la página oficial del INTA se dan a conocer los antecedentes de este programa, que tiene como objetivo primordial “promover prestaciones básicas (insumos biológicos, asistencia técnica, capacitación) para que familias y grupos o entidades de la comunidad generen sus propios alimentos frescos de huertas y granjas”.
Además, se favorecen las instancias de capacitación a promotores voluntarios de la misma comunidad o de otras instituciones (docentes, agentes de salud, municipales, grupos religiosos, ONGs, entre otros), con la idea de que ellos transmitan la mejor manera de aplicar las tecnologías más apropiadas a cada circunstancia.
Una huerta ofrece alimentos sanos, “favorece la organización de las familias para que incorporen en su alimentación diaria las frutas, verduras y otros productos de granjas”, y al mismo tiempo “puedan conservar y procesar domésticamente alimentos”.
El Pro-Huerta organiza su operatoria en dos campañas anuales: “otoño-invierno” y “primavera-verano” diferenciadas según la estacionalidad de las distintas producciones.
En sus inicios, el Pro-Huerta elaboró una colección de semillas hortícolas “tipo” (dcoe especies) para una huerta familiar, contemplando los requerimientos de consumo de hortalizas frescas de una familia compuesta por cinco integrantes.
Se decidió trabajar con variedades y no híbridos para facilitar la autoproducción de semillas y que aquellas provistas no contuviesen “cura semillas” para evitar peligros en su manipulación.
Luego, dada la diversidad de condiciones agroecológicas que presenta el país, el programa fue ajustando la composición de las colecciones hortícolas entregadas, diferenciándolas según regiones e incorporando especies de adaptación y consumo local.
El Pro-Huerta es una iniciativa que merece ser apoyada, estimulada y fundamentalmente acompañada porque representa una solución económica y práctica para el acceso a los alimentos sanos y genera –como un valor agregado- la cultura del trabajo.



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