La enfermedad renal es común, muy perjudicial pero tratable
El segundo jueves de mayo se celebra el Día Mundial del Riñón. Los riñones son dos órganos gemelos que cumplen con una cantidad importante de funciones vitales. Con sus apenas casi 150 gramos de peso filtran cada día toda la sangre del cuerpo (entre siete a ocho litros de sangre aproximadamente), un promedio de 25 veces al día. Y los desechos de la sangre se eliminan entonces a través de la orina. Un órgano de apenas 150 gramos
Por eso se requiere tener especial cuidado, dado que si se dañan el perjuicio –a pesar del avance de la medicina- sigue siendo casi irreversible.
En Gualeguaychú existe Fresenius Medical Care, un centro especializado en el servicio de diálisis que por su excelencia en el tratamiento se destaca en la región. EL ARGENTINO se acercó a ese centro de salud y dialogó con Juan Martín Campañá, un joven de Gualeguay que debe realizar diálisis tres veces por semana.
Juan Martín tiene 24 años de edad y en el 2004 se le diagnosticó una enfermedad genética que le afectó los riñones.
“Fui trasplantado dos veces: en el 2006 y en el 2008, pero en las dos oportunidades no funcionó como se esperaba”, cuenta Juan Martín minutos después de haber estado cuatro horas en la máquina de diálisis.
“Los enfermos como yo tarde o temprano tenemos que hacernos amigos de la diálisis. Al principio cuesta. Genera mucha angustia… es desesperante. Pero, con apoyo psicológico y fundamentalmente con el apoyo familiar y la contención de los médicos, uno se da cuenta que de ese tiempo depende parte de nuestra calidad de vida”, dice con una expresión que no deja lugar a ninguna ambigüedad.
“Pero la diálisis no es todo. En mi caso, se trata de tres sesiones por semana, cada una de cuatro horas. Pero además, debo realizar rehabilitación porque me encuentro con un problema serio en mi sistema motriz”, sostiene Juan Martín con la templanza y la paciencia de aquellos que saben de los tiempos largos que demanda una rehabilitación. En ese marco, pide un especial agradecimiento “a mis padres, que siempre me están apoyando y dando ánimo, lo mismo que mis amigos que me tienen una paciencia bárbara” y esta vez la sonrisa se expresa de manera vital y lozana.
Los riñones son esenciales para el funcionamiento del cuerpo humano. Cualquier falla puede tornarse una seria amenaza para la vida.
El avance de la ciencia -en especial en las últimas cinco décadas- permitió perfeccionar técnicas y hoy la diálisis está al alcance de todo enfermo renal crónico.
“En mi caso, la refuerzo con una rehabilitación con ejercicios de Pilates y de gimnasio diario”, dice Juan Martín que extraña sus días de jugador de pelota paleta. “Jugaba en la categoría menores de 19 años y en las categorías II y I. Jugué con Joaquín Olaechea y Diego Quiroga cuando representaba al Club Pelota Paleta de Gualeguay”, dice Juan Martín sin nostalgias. “Esos recuerdos en todo caso me impulsan a tener objetivos y perseverancia en la rehabilitación”, afirma.
Los especialistas –en base a estadística- sostienen que cerca del cinco por ciento de la población padece alguna forma de enfermedad renal crónica. Como esta enfermedad avanza de manera silenciosa, es esencial la prevención y la detección precoz de cualquier tipo de trastorno. La enfermedad renal es común, muy perjudicial pero tratable.
En Gualeguaychú existe Fresenius Medical Care, un centro especializado en el servicio de diálisis que por su excelencia en el tratamiento se destaca en la región. EL ARGENTINO se acercó a ese centro de salud y dialogó con Juan Martín Campañá, un joven de Gualeguay que debe realizar diálisis tres veces por semana.
Juan Martín tiene 24 años de edad y en el 2004 se le diagnosticó una enfermedad genética que le afectó los riñones.
“Fui trasplantado dos veces: en el 2006 y en el 2008, pero en las dos oportunidades no funcionó como se esperaba”, cuenta Juan Martín minutos después de haber estado cuatro horas en la máquina de diálisis.
“Los enfermos como yo tarde o temprano tenemos que hacernos amigos de la diálisis. Al principio cuesta. Genera mucha angustia… es desesperante. Pero, con apoyo psicológico y fundamentalmente con el apoyo familiar y la contención de los médicos, uno se da cuenta que de ese tiempo depende parte de nuestra calidad de vida”, dice con una expresión que no deja lugar a ninguna ambigüedad.
“Pero la diálisis no es todo. En mi caso, se trata de tres sesiones por semana, cada una de cuatro horas. Pero además, debo realizar rehabilitación porque me encuentro con un problema serio en mi sistema motriz”, sostiene Juan Martín con la templanza y la paciencia de aquellos que saben de los tiempos largos que demanda una rehabilitación. En ese marco, pide un especial agradecimiento “a mis padres, que siempre me están apoyando y dando ánimo, lo mismo que mis amigos que me tienen una paciencia bárbara” y esta vez la sonrisa se expresa de manera vital y lozana.
Los riñones son esenciales para el funcionamiento del cuerpo humano. Cualquier falla puede tornarse una seria amenaza para la vida.
El avance de la ciencia -en especial en las últimas cinco décadas- permitió perfeccionar técnicas y hoy la diálisis está al alcance de todo enfermo renal crónico.
“En mi caso, la refuerzo con una rehabilitación con ejercicios de Pilates y de gimnasio diario”, dice Juan Martín que extraña sus días de jugador de pelota paleta. “Jugaba en la categoría menores de 19 años y en las categorías II y I. Jugué con Joaquín Olaechea y Diego Quiroga cuando representaba al Club Pelota Paleta de Gualeguay”, dice Juan Martín sin nostalgias. “Esos recuerdos en todo caso me impulsan a tener objetivos y perseverancia en la rehabilitación”, afirma.
Los especialistas –en base a estadística- sostienen que cerca del cinco por ciento de la población padece alguna forma de enfermedad renal crónica. Como esta enfermedad avanza de manera silenciosa, es esencial la prevención y la detección precoz de cualquier tipo de trastorno. La enfermedad renal es común, muy perjudicial pero tratable.
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