# Vidrios polarizados, ¿legales o no?
Mucho se ha hablado y escrito respecto de los automóviles que llevan sus vidrios polarizados en tal grado, que no se puede ver hacia su interior.
Esto no deja de sorprender cuando se corrobora que la Ley nacional de tránsito no los incluye como reglamentarios y menos aún, cuando la inseguridad asuela por todas partes y desde diversas instituciones estatales y organizaciones no gubernamentales se previene contra ésta.
Llama la atención que resulte tan fácil violar la Ley.
Sorprende que los esfuerzos caigan con tanta asiduidad frente a la conducta reiterada y extendida de hacer lo que cada uno tiene ganas de hacer.
Las normas se establecen para vivir en un marco social apropiado y esto no es otra cosa que estipular reglas de convivencia cuyo objetivo es el respeto por los demás.
Ya sabemos que el espacio público, en nuestro país, es sinónimo de espacio de nadie. Una visión totalmente opuesta a la que se tiene de este ámbito en los países desarrollados.
Si la única manera efectiva de lograr que se respete lo reglamentado es sancionando a quienes infringen las normas, habrá que proceder con todo el rigor para que los que están por fuera del sistema se allanen al cumplimiento del marco legal en el que todos queremos vivir.
Bien lo dicen los mayores cuando expresan “ley pareja no es rigurosa”.
Y esto nada tiene que ver con la aplicación de la tristemente famosa mano dura: es solamente considerar que, si hecha la ley, hecha la trampa, las multas para quienes opten por trampear sean lo suficientemente ejemplificadoras de manera de cortar de cuajo esta paupérrima concepción de la vida en comunidad.
# Por amor a Cristo
El escultor mendocino Luís Sissara, donará un Cristo de 27 metros de altura, tallado de una sola pieza de un tronco de eucalipto. La realización de esta mega escultura costará 12 mil pesos y se instalará sobre una base de concreto en algún lugar del paseo del Puerto, pero de todos modos el lugar definitivo de la ubicación de la escultura se consensuará con la comunidad.
Sissara cuenta con el auspicio de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Gualeguaychú, el Obispado, el Centro de Defensa Comercial e Industrial y el grupo interparroquial San José y su iniciativa movilizó a la comunidad en torno a su proyecto, que será una pieza artística única para enaltecer el paseo del Puerto.
El Cristo de madera será el N° 35 de su carrera de escultor, con 15 años de trayectoria, esculpiendo en distintas ciudades de nuestro país esculturas como la que se verán en breve en nuestra ciudad.
Las dimensiones de la escultura del Cristo tendrá 11 metros de algo, mientras la cruz llegará a los 24 metros, que al estar montado sobre una estructura de concreto, la obra de arte superará los 27 metros de altura.
La obra de arte estará terminada para fines de septiembre, luego de 25 días de trabajo ininterrumpidos con jornadas laborales de diez a 12 horas.
Sissara invita a toda la comunidad a sumarse a este esfuerzo, a través de espectáculos artísticos de música y poesía que se desarrollarán detrás de los galpones del Puerto, donde el escultor montó su improvisado taller.
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