# Una larga espera
Los padres de los alumnos de la Escuela Técnica N° 3 del Centro Profesional del Adulto se preparan para hacer acciones en el transcurso de este mes si no tienen respuesta satisfactoria a su pedido de la construcción del nuevo edificio que debería edificarse en el terreno de calle Vélez Sarsfield y Av. Parque (Alsina).
Los padres ven con preocupación como se demora el llamado a licitación de la obra de la nueva estructura y ahora amenazan con no querer mudarse al Club Defensores, donde supuestamente tendrían que comenzar el ciclo lectivo 2010, para desocupar el edificio de Ituzaingó 750, que es propiedad de la EET Nª 2.
La comunidad educativa la EET N° 3 ya muestra señales de agotamiento luego de esperar nueve años para ver cómo los trámites administrativos y la burocracia estatal sigue demorando la construcción del nuevo edificio.
Este establecimiento educativo, juega un papel fundamental en contener a los adolescentes de barrios humildes, y a través de los diferentes oficios que los jóvenes aprenden allí, les posibilita tener una rápida salida laboral una vez egresados. Lamentablemente, esta demora en tener un espacio académico acorde a las necesidades educativas del Centro Profesional puede llegar a genera otro conflicto social en materia educativa, que no será fácil de resolver por las autoridades del CGE.
# Verduras por las nubes
Nadie sabe qué es lo que pasa en las verdulerías locales al ver los precios de algunas verduras esenciales como el tomate y la papa, que tuvieron asombrosos incrementos en las últimas semanas. Cuándo se intenta pedir alguna explicación a los comerciantes del rubro del por qué se produjo este fuerte incremento en la papa, que hoy se ubica en 4 pesos el Kg o el tomate que se consigue a 10 pesos el Kg contestan con diversos argumentos. “Hubo problemas de producción”; “son los efectos de la larga sequía de 2008”, entre otros.
-¿A caso el aumento de estos alimentos básicos no tiene que ver con el incentivo a la producción agropecuaria?
Hace algunos años en nuestra ciudad, se pensó hacer un polo hortícola en a la zona del Gualeyán, para emprender el largo camino de lograr la autosuficiencia de las verduras que mayor consumo en la ciudad.
Lamentablemente ese proyecto quedó en la nada y hoy los pocos horticultores que lograron sobrevivir en ésa zona producen con métodos primitivos, aún se emplean caballos para hacer los surcos con el arado y por el alto costo en los materiales para la construcción de invernaderos, las granjas tienen a penas una pequeña porción de su superficie sembrada, protegida por invernaderos de los elementos de la naturaleza.
Diseñar un programa que nos permita como ciudad autoabastecernos de alimentos tan esenciales como las verduras, debe ser una política de Estado, como también debe serlo la protección y el apuntalamiento permanente mediante créditos a bajo costo y asesoramiento técnico a los pequeños productores hortícolas locales que viven de la actividad. La era de los alimentos baratos en el mundo está llegando a su fin y en éste contexto países como Argentina jugarán un papel fundamental en proveer de alimentos al planeta.
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