#Todos juntos, por el bien común
Es todo un gesto de parte del Departamento de laicos de la Conferencia Episcopal Argentina la convocatoria hecha para este sábado, 8 de Mayo, “Día de Nuestra Señora de Luján, Patrona de la República Argentina, para que en todos los puntos del país se rece a una misma hora la Oración por la Patria.
Esta oración nació en plena crisis del 2001 y tiene el valor de ser la única plegaria concebida especialmente para pedir por una Patria justa, libre y soberana.
Desde entonces, y a diferencia de lo que ocurría con anterioridad, que se rezaba el Rosario o se unían las voluntades en un Padrenuestro, la Oración por la Patria se comparte para pedir por el futuro del pueblo argentino.
La invocación comienza expresando “Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Nos sentimos heridos y agobiados. Precisamos tu alivio y fortaleza. Queremos ser nación, una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común”.
El hecho de que se convoque a todas las personas de buena voluntad para unirse en esta oración el sábado próximo a las tres de la tarde debe apreciarse en toda su dimensión: hay demasiada crispación, pese a que debería unirnos el bicentenario.
También hay una lógica preocupación y entonces es el momento de apostar a la esperanza que no defrauda.
Esa esperanza es las que nos permite confiar en que unidos, los argentinos podremos sortear las dificultades, haciendo a un lado las mezquindades y trabajando por el bien común.
#Barrios sin veredas
La construcción de las veredas en los barrios no tiene otra finalidad que ofrecer comodidad a los peatones. Se busca con esas obras proteger a los vecinos al evitar que éstos transiten por la calle con seguridad aún en los días de lluvia.
Sin embargo este es un privilegio que no llega a todos los barrios de la ciudad, donde las veredas son inexistentes y los peatones corren peligro al caminar por la calle de noche.
El caso más insólito es el Acceso Sur, donde se invirtieron millones de pesos en revitalizar ese acceso al hacerlo doble mano, pero los días de lluvia la gente camina por la ruta, al no contar con veredas de cemento sobre todo en el sector más transitado por los peatones.
Este mismo panorama puede contemplarse en calle Nágera en el barrio Médanos, en Luciana Ríos, bulevar Martínez, la continuidad del bulevar Pedro Jurado, que es el acceso al barrio Molinari. En todas estas arterias la gente debe caminar por la calle, esquivando a los automovilistas distraídos.
La Municipalidad debería articular la forma de construir senderos peatonales correctamente señalizados para estas artérias, donde se imposibilita construir veredas. La misma senda peatonal podría construirse en un sector de la calzada, generando un lugar seguro para que los peatones puedan transitar.
Este contenido no está abierto a comentarios