Boca Juniors y la violencia de género
No es el primer caso el de Villa, tampoco es un caso externo a la cultura futbolera, menos un caso por fuera de la realidad diaria pos pandemia. Hablamos del acoso, violencia y maltrato bajo cualquier forma y contra cualquier persona, sin importar edad ni género.
Pero en el caso de Boca Juniors, con la reciente decisión judicial de primera instancia, tiene una oportunidad inmejorable para dar cuenta de un proceso de intervención ante casos de violencia de género con un desarrollo y procedimiento interno, como club social y deportivo, que sea ejemplar y determine una perspectiva de resolución valiosa para otras instituciones sin importar su naturaleza jurídica.
Ya es rescatable, el que tengan un protocolo para actuación ante estas denuncias, falta ahora que continúe el procedimiento interno con el agregado de sentencia judicial que dé lugar nuevamente al derecho de defensa como trabajador y que mediante el mecanismo establecido propicie una resolución sobre su continuidad o no como futbolista en la institución.
Lo importante aquí a resaltar es que no todas las instituciones están preparadas para procesos como estos dado que desconocen abiertamente la vigencia de la normativa protectora y preventiva de violencia y acoso.
Aún más, no es siquiera ampliamente difundida dentro del ámbito del derecho y las organizaciones el Convenio 190 de la OIT que establece nuevos parámetros y conceptos protectorios, incluso amplió la posibilidad de establecer casos de investigación y actores involucrados que deban responder por no ser proactivos en políticas de prevención o en su defecto, sospechados por actos que culturalmente son aún aceptados en ciertos ámbitos pero no son legítimos ni legales.
Precisando, amplió en muchos aspectos al estándar de la Ley 26.485 y la Ley Micaela 27.499, entre otras.
Por esto, es importante llamar la atención al sector público y privado en cuanto a fortalecer la capacitación, instrumentación de políticas y protocolos de actuación a efectos de generar un cambio en la cultura organizacional.
Incluso, las famosas frases que siempre justifican actos de picardía, no debidos, irregulares, o sospechados, propios del folklore en las relaciones entre géneros en ámbitos familiares, laborales o sociales hoy ya no tienen lugar. La justicia hoy da un ejemplo claro de ello y es esperable que sea un faro para la prevención de todo tipo de violencia entre personas.
Javier A. Cubillas
Analista de Asuntos Corporativo y Públicos.