Buen Día
# La interna local
Las divisiones internas en el Partido Justicialista llegaron a Gualeguaychú y se profundizaron, al punto que el bloque de concejales del oficialismo en el Concejo Deliberante local se fracturó, quedando tres ediles en un sub-bloque y otros cuatro en el sub-bloque restante.
La situación no es nueva, ya que desde el año pasado se vislumbran roces y diferencias internas, sobre todo en el comentado debate sobre la Fundación Inka, cuya llegada al municipio terminó cayéndose por los votos de algunos concejales del PJ que votaron en contra.
Este año en algunos temas la interna se profundizó, las elecciones legislativas encontraron a los concejales “juntos pero no revueltos”, tal como lo señaló un edil del PJ, pero las diferencias fueron insalvables y se llegó a la fractura definitiva.
Los dos bloques responden a líderes partidarios que también han marcado sus diferencias a nivel provincial, ya que un grupo responde al gobernador Urribarri, el senador Guastavino y el propio intendente Bahillo, en resumen, se alinean con el gobierno nacional, mientras que otros ediles tienen a Jorge Busti, claramente distanciado del gobierno nacional y provincial, como líder político.
Lo cierto es que la interna del PJ no pudo ser esquiva a la dirigencia política local y se ve reflejada en el Concejo Deliberante.
# Tránsito, ese viejo problema
No es novedoso decir que el tránsito en Gualeguaychú es todo un problema, por más esfuerzos que se hagan desde los ámbitos oficiales para tratar de ordenar el mismo. La imprudencia de los conductores, tanto de autos como de motos y la falta de conducta para manejar, han vuelto realmente peligrosa a la ciudad.
Tampoco ayuda el estado de algunas calles, que no brindan garantías para los conductores, pero el mayor problema reside en algunos conductores que no reparan en velocidades y constituyen un verdadero peligro.
Los autos son un problema y ni qué decir de las motos, que han copado las calles y en la mayoría de los casos, no respeta norma de tránsito alguna, ocupan las calles a su antojo y terminan volviéndose otro peligro al volante.
Los accidentes se suceden y son muchos de los que ni siquiera se tiene conocimiento, no salen en los diarios y no se conoce de heridos o lesionados. Pero existen, llevan preocupación y aumentan una estadística que crece y preocupa.
Soluciones a la vista parece no haber, solamente hay que recurrir a la prudencia como principal factor para conducir, a que los controles se sigan haciendo y empiecen a dar resultados y mientras tanto, encomendarnos a la buena de Dios para no lamentar víctimas.
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