Casas hechas con las propias manos
A través del programa “Hago Mi casa”, siete familias gualeguaychenses tienen desde el miércoles su vivienda propia.
Y si bien es destacable el sistema, que por ser de autoconstrucción supone colaboración mutua y organización solidaria del trabajo, lo es más que hayan sido mujeres las que se animaron a la mezcla, la pala y las hiladas para levantar su casa.
“Yo aprendo un oficio para el día de mañana” dijo una de las adjudicatarias, que como sus compañeras, utilizó los ratos libres para ir a construir, apoyándose en el programa municipal.
Capacitadas primero, acompañadas y supervisadas después, trabajaron hasta ver su casa hecha realidad.
Y como todas saben lo que ha sido pagar un alquiler o vivir en casa de algún familiar, nadie mejor que ellas para valorar esas paredes, esos pisos que conocen al detalle, porque los hicieron.
No en vano en alguna foto se vio un cartel con una leyenda aludiendo a la lucha de estas mujeres.
Que no sólo amasan cuando preparan una comida, sino que ahora mezclaron otros ingredientes y obtuvieron otro resultado.
Y el ejemplo, que es lo que educa, queda para sus hijos y para quienes las rodean.
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