Conquistas sociales de las empleadas domésticas
Hoy es el último día que las empleadas domésticas tienen tiempo para elegir una Aseguradora de Riesgos del Trabajo (ART), en línea con las recientes resoluciones de las superintendencias de Riesgos del Trabajo y de Seguros de la Nación para la puesta en marcha del sistema en este sector.
En nuestro país, existen aproximadamente un millón de personas que se dedican a esta ocupación que se encuentra feminizada en extremo. Casi la totalidad de este universo (95%) está constituido por mujeres, muchas de ellas jefas de hogar.
Con la sanción y promulgación de la Ley 26.844 del Nuevo Régimen de Trabajadores de Casas Particulares, estas trabajadoras han venido desempeñando su labor en condiciones de considerable informalidad y ausencia de beneficios propios de la relación de dependencia. A título ejemplificativo, podemos mencionar las localidades de Paraná y Concordia, cuyos niveles de informalidad alcanzan el 80 y el 90 por ciento respectivamente.
Esta nueva ley viene a reparar una deuda histórica y social de la democracia, erigiendo a las trabajadoras como sujeto de derechos y aboliendo situaciones de precariedad laboral que regían el desenvolvimiento de esta labor.
El Derecho Laboral es en sí mismo protector de la parte más débil, y este Régimen se ocupa de romper esa desigualdad garantizando que estas mujeres tengan lo que les corresponde: jornada laboral de ocho horas; descanso semanal; pago de horas extras, vacaciones remuneradas; licencias por enfermedad, accidente, maternidad, paternidad, matrimonio, examen de estudios; e indemnización por despido. Establece un piso legal que reemplaza lo que hasta aquí se encontraba a criterio y voluntad del patrón.
En nuestro país, existen aproximadamente un millón de personas que se dedican a esta ocupación que se encuentra feminizada en extremo. Casi la totalidad de este universo (95%) está constituido por mujeres, muchas de ellas jefas de hogar.
Con la sanción y promulgación de la Ley 26.844 del Nuevo Régimen de Trabajadores de Casas Particulares, estas trabajadoras han venido desempeñando su labor en condiciones de considerable informalidad y ausencia de beneficios propios de la relación de dependencia. A título ejemplificativo, podemos mencionar las localidades de Paraná y Concordia, cuyos niveles de informalidad alcanzan el 80 y el 90 por ciento respectivamente.
Esta nueva ley viene a reparar una deuda histórica y social de la democracia, erigiendo a las trabajadoras como sujeto de derechos y aboliendo situaciones de precariedad laboral que regían el desenvolvimiento de esta labor.
El Derecho Laboral es en sí mismo protector de la parte más débil, y este Régimen se ocupa de romper esa desigualdad garantizando que estas mujeres tengan lo que les corresponde: jornada laboral de ocho horas; descanso semanal; pago de horas extras, vacaciones remuneradas; licencias por enfermedad, accidente, maternidad, paternidad, matrimonio, examen de estudios; e indemnización por despido. Establece un piso legal que reemplaza lo que hasta aquí se encontraba a criterio y voluntad del patrón.
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