Cuando el impacto pasa
El mundo se conmovió con el caso del niño sirio Aylan Kurdi fallecido y fotografiado en las playas turcas… pero cuando el efecto visual pasó también pasaron los pedidos de paz y justicia para estas familias.
Ayer cerca de 40 migrantes, entre ellos varios niños, murieron mientras trataban de llegar a Grecia. Una nueva embarcación se hundió y ocurrió un nuevo naufragio en el mar Egeo.
Pero hoy el mundo parece estar anestesiado… por eso es necesario exigir que el reclamo para poner fin a esta situación violenta sea constante y debe involucrar no solo a los gobiernos sino a todos los ciudadanos.
No debemos ser insensibles a las muertes que acaecen cada día y que, si bien no tienen fotos desgarradoras que las atestigüen, siguen sumando familias inocentes.
Día a día cientos de personas con pocas perspectivas de futuro, se embarcan en peligrosos viajes en busca de refugio en países extranjeros. Los viajes son peligrosos, lo saben… pero se arriesgan antes de seguir conviviendo con el terror y el asedio. Algunos lo logran… muchos no.
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