De lo que no se habla: silicosis-fibrosis pulmonar
(Parte III)
Por Ricardo José Luciano (*)
En publicación realizada a comienzos de 2021, y otra de noviembre de 2022, traté el tema de la silicosis-fibrosis pulmonar, producido por la inhalación de arena de sílice cristalina.
La promesa que nunca llega: Vaca Muerta – ficción o realidad – beneficio para todos o para los vivos de siempre – preguntas que nos debemos hacer porque los costos ambientales son mayúsculos, y cuando sean irreparables ninguno de los que se benefician con el Fracking se van a hacer cargo de nada.
Las consecuencias negativas del “maravilloso Fracking”, que además de salvar al país de todos los problemas económicos, verso que tiene más de 10 años, deja a su paso sólo destrucción ambiental irreparable, cambios en la vida de las personas que viven desde siempre en la zona donde se extrae, transporta, y utiliza la arena de sílice, daño ambiental no sólo en el ecosistema que modifican, ecosistema que se formó durante miles de años, y que ahora de buenas a primeras se lo llevan en camiones (diariamente 500 camiones de 35 toneladas en la zona de Ibicuy), dejando sólo fosas de 5 a 7 metros que se cubren de agua no siempre de la mejor calidad, arrasando, y en algunos casos contaminando el agua subterránea de la cual se proveen los habitantes de la zona para su consumo diario.
De lo que no se habla, además, o lo que las autoridades nada dicen, aunque todos saben que es así, es la silicosis, fibrosis pulmonar, la enfermad más antigua relacionada con la explotación minera.
La silicosis es causada por la inhalación de polvo de sílice cristalino, no unido (libre), y se caracteriza por fibrosis pulmonar nodular. La silicosis crónica en principio no provoca síntomas o sólo una disnea leve, pero con el paso de los años puede avanzar para afectar la mayor parte de los pulmones y causar disnea, hipoxemia, hipertensión pulmonar y deficiencia respiratoria. El diagnóstico se basa en los antecedentes y los hallazgos en la radiografía de tórax. No existe un tratamiento eficaz, salvo las medidas sintomáticas y, en casos graves, el trasplante de pulmón.
“La silicosis, la más antigua de las enfermedades pulmonares ocupacionales conocidas, es causada por la inhalación de partículas de dióxido de silicio en forma de sílice cristalino no unido (libre), normalmente de cuarzo, o con menor frecuencia por inhalación de silicatos, minerales que contienen dióxido de silicio unido a otros elementos, como talco. Los trabajadores con mayor riesgo son los que mueven o pulverizan rocas y arena (mineros, trabajadores de canteras, picapedreros) o quienes utilizan abrasivos de piedras o arena que contienen sílice (como trabajadores que utilizan chorro de arena, fabricantes de vidrio, trabajadores de fundición, piedras preciosas y cerámicas, alfareros). Los mineros del carbón corren riesgo de sufrir un cuadro mixto de silicosis y neumoconiosis de los trabajadores del carbón.
“La silicosis es una enfermedad pulmonar causada por inhalar polvo de sílice, un cristal común que se presenta naturalmente y se encuentra en la mayoría de los lechos rocosos formando polvo durante el trabajo con minería, la explotación de canteras, la construcción de túneles y al trabajar con ciertos minerales metálicos. El sílice es un componente principal de la arena, por lo que las personas que trabajan con vidrio y chorreado de arena también están expuestas a este elemento. Lejos de erradicarse como enfermedad de origen laboral, los casos de silicosis siguen aumentando
La sobrexposición a sílice cristalina respirable puede causar enfermedades de las vías respiratorias, tuberculosis pulmonar, enfermedad renal crónica, cáncer de pulmón y silicosis. Hay tres tipos de silicosis: crónica, acelerada y aguda. El polvo respirable consiste en partículas de polvo de un tamaño de menos de 10 micrones, que son lo suficientemente pequeñas para que se inhalen y permanezcan en los pulmones. Se sabe desde hace mucho tiempo que la exposición al polvo respirable es una amenaza grave para la salud de los trabajadores de muchos sectores.
La historia de Pablo, un trabajador que espera un trasplante bipulmonar debido a la silicosis
La labor de este joven que hoy pelea por su vida, consistía en manipular una arenadora en una fábrica de pantalones del lugar llamada Protex. Cuatro eran los empleados que brindaban sus servicios en negro y no siendo objeto de ningún derecho, ni siquiera el de una máscara que pudiera protegerlos del profundo y letal impacto de la silicosis. Cabe destacar que solo Pablo continúa con vida, ya que sus tres compañeros la perdieron por la misma patología que lo tiene acorralado.
Pablo tiene 33 años y reside en la ciudad de Colón, Provincia de Buenos Aires. Padre de familia y esposo, lamentablemente a raíz de su trabajo comenzó a enfermar, el diagnostico brindado por los médicos fue silicosis, más conocida esta enfermedad, como la enfermedad del minero. Hoy se encuentra a la espera de un trasplante bipulmonar en la lista de INCUCAI.
(…) La vida de Pablo está en riesgo, necesita de manera imperiosa de una vivienda y condiciones de vida digna, y elementos básicos que mejoren su calidad de vida ya que es oxigeno dependiente. “Todas las documentaciones médicas están a disposición de quien la requiera para aportar a mejorar la calidad de vida de Pablo”, sostuvo Sabrina Ortiz, abogada e integrante de Naturaleza de Derechos.
Pablo se enfermó debido a que su tarea consistía en manipular una arenadora. Pablo se enfermó trabajando. Una historia más de los rotos, de aquellos que obligadamente exponen su vida al servicio de un sistema deshumanizante. “Él se encuentra en una lista del INCUCAI, ya que aguardo un trasplante bipulmonar. La realidad que atraviesa este joven trabajador es muy pero muy triste, el nivel de vulnerabilidad en la que se encuentra tanto el cómo su familia es espeluznante. Es tan explícita e inaceptable la realidad, que fueron cuatro los trabajadores que sufrieron de silicosis, y solo Pablo continúa con vida. Si bien es sumamente angustiante la situación de Pablo, hay muchas cosas que aún puede hacerse.”
La empresa Protex perteneciente a Gerardo Olives, como tantas otras, presentó una dudosa quiebra dejando desamparados a quienes hipotecaron su vida por un ingreso miserable. “Pablo se hace atender en el San Juan de Dios de La Plata y en el Italiano, donde ya le hicieron todo para poder ingresar a lista del INCUCAI. Lo que nosotros necesitamos es una vivienda acorde a su enfermedad, ya que con la llegada del calor a él se le complica bastante para respirar. Por su patología, se ahoga, ya que necesita estar en un lugar en condiciones de ser habitado”, le dijo a Conclusión Silvina, compañera de vida de Pablo”. https://www.conclusion.com.ar/info-general/enfermar-y-morir-por-silicosis-el-peligro-de-trabajar-con-arena-y-sin-elementos-de-seguridad/12/2022/ (por Alejandro Maidana).
El silencio cómplice, la desidia, el mirar para otro lado de nuestras autoridades provinciales, y en algunos casos municipales, que hablan de “saña”, contra estas explotaciones mineras, que quieren que se adecúe a ellos el sistema de vida de los pobladores de la zona de Ibicuy, entre otras.
Basta de inoperancia, Basta de inacción. Basta de cerrar los ojos. Basta de complicidad. Basta de impunidad.
“Durante miles de años, casi toda la gente tuvo el derecho de no tener derecho”, Eduardo Galeano, La Naturaleza no es muda, junio de 2005. Por suerte ahora no es así.
(*) Ricardo José Luciano es abogado y uno de los que expuso los daños ambientales de las areneras en el Sur de la provincia.