De pista de la vida a un micro basural
El año pasado las áreas municipales de Obras Públicas, Espacios Verdes, la Dirección de Comisiones y Consorcios Vecinales y el aporte logístico de la zonal de “Vialidad Gualeguaychú” lograron recuperar un terreno baldío y convertirlo en un espacio recreativo para los barrios Eva Perón y Pancho Ramírez.
Lo que antes era la laguna sanitaria de los barrios del Oeste, al extender el servicio de cloaca hasta esa zona, los domicilios pudieron conectarse a la red y las cavas fueron rellenadas, quedando un terreno de cuatro hectáreas, que representaba un peligro para la seguridad del barrio, al estar con maleza y pobremente iluminado, debido a que ese predio pertenecía al IAPV. Una vez que el municipio logró que el Instituto se lo transfiriera, mediante un trabajo en conjunto con los vecinos del lugar, la municipalidad, logró convertir un terreno en desuso en un espacio recreativo al construir en parte del predio una pista de la vida, con el fin de que funcionara como un lugar de encuentro vecinal y se pudieran realizar prácticas deportivas.
Sin embargo, por el irresponsable manejo de la basura domiciliaria que hacen algunos vecinos, el predio se está convirtiendo poco a poco en un micro basural, pese a contar con recipientes para la basura.
Los fines de semana los chicos juegan sobre la cancha de fútbol y en los juegos de la plaza en medio de los residuos esparcidos en todo el terreno. Es una pena que tanto esfuerzo, para mejorar la calidad de vida de los vecinos de la zona, hoy se vea amenazado por la desidia de unos pocos. Es urgente que el municipio junto con las instituciones del barrio busquen una solución a este problema de conducta ciudadana.
Lo que antes era la laguna sanitaria de los barrios del Oeste, al extender el servicio de cloaca hasta esa zona, los domicilios pudieron conectarse a la red y las cavas fueron rellenadas, quedando un terreno de cuatro hectáreas, que representaba un peligro para la seguridad del barrio, al estar con maleza y pobremente iluminado, debido a que ese predio pertenecía al IAPV. Una vez que el municipio logró que el Instituto se lo transfiriera, mediante un trabajo en conjunto con los vecinos del lugar, la municipalidad, logró convertir un terreno en desuso en un espacio recreativo al construir en parte del predio una pista de la vida, con el fin de que funcionara como un lugar de encuentro vecinal y se pudieran realizar prácticas deportivas.
Sin embargo, por el irresponsable manejo de la basura domiciliaria que hacen algunos vecinos, el predio se está convirtiendo poco a poco en un micro basural, pese a contar con recipientes para la basura.
Los fines de semana los chicos juegan sobre la cancha de fútbol y en los juegos de la plaza en medio de los residuos esparcidos en todo el terreno. Es una pena que tanto esfuerzo, para mejorar la calidad de vida de los vecinos de la zona, hoy se vea amenazado por la desidia de unos pocos. Es urgente que el municipio junto con las instituciones del barrio busquen una solución a este problema de conducta ciudadana.
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