El aumento del boleto único tendrá que esperar
Los empresarios de las líneas de colectivos de transporte de pasajeros urbanos de la ciudad, solicitan desde el mes de agosto del año pasado, el incremento del boleto único, al considerar que su valor actual de 1,90 pesos, quedó totalmente desactualizado para los valores actuales de los insumos necesarios que requiere el funcionamiento de una unidad y el constante reacomodamiento salarial que tuvieron los choferes.
El HCD, manifestó ante la reunión de los sindicatos de los empleados públicos que tuvo a fines del mes de abril, la voluntad de dar ese aumento, bajo la idea de poder cuidar la sustentabilidad del servicio, al ser un beneficio que pocas ciudades tienen en la provincia.
El último incremento del precio del boleto que tuvieron las empresas fue en 2008 y para entonces con un boleto a 1,90 apenas podían cubrir los costos.
No obstante, el informe que largara la OMIC, fue lapidario para el servicio de transporte público, cuya concesión es administrada por la municipalidad. Aún la empresa Automotores 1º de Agosto no terminó de completar la actualización de la flota, como se lo exigió el acta acuerdo firmada el año pasado con el HCD, donde se prorrogó por tres años el vencimiento de las licencias, y este inconveniente es el que hace hoy que el HCD no pueda avanzar en el otorgamiento del aumento del boleto único, discusión que debió postergarse para más adelante.
Esta demora a su vez pone en riesgo la sustentabilidad de nuevos servicios o de ampliaciones de frecuencias, como es el caso de la Línea 2 que hoy ofrece un servicio cada una hora a los barrios ATE, y sus proyectos de ampliar la frecuencia a dos recorridos por hora, podría quedar descartado, hasta que el incremento del boleto único pueda darse.
La eficiencia del servicio público de pasajeros y definir una política a largo plazo para su funcionamiento debe ser parte de la agenda política de los candidatos a intendentes que se postulan para gobernar la ciudad durante los próximos cuatro años, porque será el próximo intendente que tendrá que definir si llama a licitación para dar a concesión los recorridos de las líneas 1,4 y 5 al vencerse la prórroga de las licencias en 2012.
Una ciudad con un casco urbano en crecimiento permanente y con casi 100 mil habitantes no pude darse el lujo de no brindarle sustentabilidad económica a las empresas que prestan el servicio y de volver a cometer los errores del pasado, por no haber definido en su momento una política clara y a largo plazo sobre el transporte público de pasajeros.
El último incremento del precio del boleto que tuvieron las empresas fue en 2008 y para entonces con un boleto a 1,90 apenas podían cubrir los costos.
No obstante, el informe que largara la OMIC, fue lapidario para el servicio de transporte público, cuya concesión es administrada por la municipalidad. Aún la empresa Automotores 1º de Agosto no terminó de completar la actualización de la flota, como se lo exigió el acta acuerdo firmada el año pasado con el HCD, donde se prorrogó por tres años el vencimiento de las licencias, y este inconveniente es el que hace hoy que el HCD no pueda avanzar en el otorgamiento del aumento del boleto único, discusión que debió postergarse para más adelante.
Esta demora a su vez pone en riesgo la sustentabilidad de nuevos servicios o de ampliaciones de frecuencias, como es el caso de la Línea 2 que hoy ofrece un servicio cada una hora a los barrios ATE, y sus proyectos de ampliar la frecuencia a dos recorridos por hora, podría quedar descartado, hasta que el incremento del boleto único pueda darse.
La eficiencia del servicio público de pasajeros y definir una política a largo plazo para su funcionamiento debe ser parte de la agenda política de los candidatos a intendentes que se postulan para gobernar la ciudad durante los próximos cuatro años, porque será el próximo intendente que tendrá que definir si llama a licitación para dar a concesión los recorridos de las líneas 1,4 y 5 al vencerse la prórroga de las licencias en 2012.
Una ciudad con un casco urbano en crecimiento permanente y con casi 100 mil habitantes no pude darse el lujo de no brindarle sustentabilidad económica a las empresas que prestan el servicio y de volver a cometer los errores del pasado, por no haber definido en su momento una política clara y a largo plazo sobre el transporte público de pasajeros.
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