El cuidado del río Gualeguaychú
El río que da nombre a la ciudad, el que nos reúne a lo largo del año, el que parece volverse en nuestra contra cuando desbocado, trepa la costa y se esparce por la división urbana, ese río es el que, necesariamente, tendrá que ocupar un capítulo especial en la plataforma de los candidatos que se presenten en las próximas elecciones.
Es fundamental que se le dé la importancia que tiene y que se tome como política de estado su cuidado, su preservación, habiendo visto como vimos -luego de la última creciente- lo que se arroja a su lecho.
Suele decirse que este control es tarea de las autoridades y no está mal que así sea.
Lo que no debe olvidarse es que todos debemos cuidar el río, no infringiendo las normas establecidas y dejando de creer que lo que arrojemos a sus aguas será llevado por la corriente.
Así como hace una veintena de años comenzó a hablarse de la laguna sanitaria, hoy vuelta una realidad, en este tiempo y de aquí en adelante tendremos que fijarnos por meta que el río siga siendo de todos y para el disfrute comunitario.
Los esfuerzos aislados sientan precedentes que podrán tomarse para establecer modalidades de trabajo que habrán de sostenerse en el tiempo.
Por eso es saludable la sugerencia recibida de darles un lugar destacado a la docencia y el cuidado del río en las plataformas electorales futuras.
Al fin de cuentas, Gualeguaychú se ha vuelto una comunidad experta en estas cuestiones, de manera que a nadie podrá sonarle descabellada esta idea.
Suele decirse que este control es tarea de las autoridades y no está mal que así sea.
Lo que no debe olvidarse es que todos debemos cuidar el río, no infringiendo las normas establecidas y dejando de creer que lo que arrojemos a sus aguas será llevado por la corriente.
Así como hace una veintena de años comenzó a hablarse de la laguna sanitaria, hoy vuelta una realidad, en este tiempo y de aquí en adelante tendremos que fijarnos por meta que el río siga siendo de todos y para el disfrute comunitario.
Los esfuerzos aislados sientan precedentes que podrán tomarse para establecer modalidades de trabajo que habrán de sostenerse en el tiempo.
Por eso es saludable la sugerencia recibida de darles un lugar destacado a la docencia y el cuidado del río en las plataformas electorales futuras.
Al fin de cuentas, Gualeguaychú se ha vuelto una comunidad experta en estas cuestiones, de manera que a nadie podrá sonarle descabellada esta idea.
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