El ejemplo de los ciudadanos
Las inundaciones han movilizado a buena parte del país, que sigue haciendo muestras de la enorme solidaridad que caracteriza a los argentinos. Solidaridad de la que, claro está, todos debemos sentirnos orgullosos, porque es un valor en sí misma.
Pero dejando en claro esto, vale pensar: ¿por qué siempre, siempre, es la ciudadanía la que sale a dar una mano?
En el caso que hoy nos ocupa, esta mano se tiende una vez ocurrido un desastre evitable a todas luces, porque ya ha sido demostrado que, excepto el comportamiento climático, todo lo demás es obra humana y por lo tanto, pasible de ser controlada.
Y la solidaridad ha superado con creces el comportamiento de los gobernantes, ausentes en forma literal del lugar de los desastres y también, en la toma de decisiones que debieron evitar este daño.
En Gualeguaychú, como en todo el país, la gente se reunió en diferentes grupos con la consigna de reunir la mayor cantidad de ropa, calzado, alimentos no perecederos, pañales, etc.
Y otra vez decimos: habiendo tantos funcionarios, tantos legisladores, tantas autoridades, tanta burocracia en definitiva, ¿llegaremos a ver a alguno ponerse colorado?
Sería lo menos que podrían hacer, al ver cómo reacciona la ciudadanía ante su inexplicable inacción.
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Pero dejando en claro esto, vale pensar: ¿por qué siempre, siempre, es la ciudadanía la que sale a dar una mano?
En el caso que hoy nos ocupa, esta mano se tiende una vez ocurrido un desastre evitable a todas luces, porque ya ha sido demostrado que, excepto el comportamiento climático, todo lo demás es obra humana y por lo tanto, pasible de ser controlada.
Y la solidaridad ha superado con creces el comportamiento de los gobernantes, ausentes en forma literal del lugar de los desastres y también, en la toma de decisiones que debieron evitar este daño.
En Gualeguaychú, como en todo el país, la gente se reunió en diferentes grupos con la consigna de reunir la mayor cantidad de ropa, calzado, alimentos no perecederos, pañales, etc.
Y otra vez decimos: habiendo tantos funcionarios, tantos legisladores, tantas autoridades, tanta burocracia en definitiva, ¿llegaremos a ver a alguno ponerse colorado?
Sería lo menos que podrían hacer, al ver cómo reacciona la ciudadanía ante su inexplicable inacción.
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