El Paseo: ayer, hoy y siempre

Los tiempos han cambiado, la ciudad ha multiplicado la cantidad de alumnos y los colegios son muchos más que en otros años. También han cambiado los hábitos de los paseos, pero pese a los cambios y a las modas, estos festejos nunca dejan de tener ese sabor que para los que alguna vez fueron estudiantes no se olvida jamás.
Ya no se sale y entra más en camiones a la ciudad, tampoco se realizan todos los paseos el mismo día. Diferentes cuestiones, más relacionadas a cuestiones legales, de seguridad y otras yerbas, han llevado a algunos establecimientos a transformar el Paseo del Estudiante en una “jornada de actividades programáticas”, tal como se las denomina en la actualidad. El tradicional asado dio paso a las prácticas hamburguesas, las naranjas del postre dejaron su espacio a los sabrosos helados y los Paseos del Estudiante ocupan casi toda una semana en cuanto a los días elegidos para su realización.
Sin embargo, no ha cambiado el espíritu de diversión de todos los chicos, la buena onda que ponen los profesores para colaborar y ser parte imprescindible del Paseo y las chicas lindas del curso siguen teniendo la oportunidad de ser elegida Reina del Colegio, un galardón que quedará para toda la vida.
Gualeguaychú, que sabe reivindicar a sus fiestas tradicionales como el Paseo del Estudiante, siente en estos días esa sensación tan particular y, quienes vivieron sus paseos en otras décadas, recuerdan con emoción esos momentos, al mismo tiempo que los chicos de ahora cantan y bailan envueltos en sus banderas, identificatorias de cada división.
Porque como dice la canción, en este día todos celebran por igual, porque todos “tienen de estudiantes, para toda la vida el corazón”.