El puente, una mala elección
Toda la comunidad se sorprendió cuando este lunes el puente Méndez Casariego amaneció con un largo cartel proselitista en el que se leía “Cristina para volver a tener futuro. Unidad ciudadana Gualeguaychú”, utilizando la denominación del espacio que encabezó la ex presidenta para competir en las PASO de la provincia de Buenos Aires.
Y esto hizo que muchos se preguntaran si ya comenzó la campaña proselitista para el 22 de octubre, así como a quién hay que pedir permiso para utilizar el puente emblema de Gualeguaychú para colgar un cartel cualquiera
Porque se entiende que es una estructura que pertenece a toda la comunidad, por lo que en alguna oficina, algún funcionario municipal tendrá a su cargo no sólo velar por su buen estado de transitabilidad, sino también, como en este caso, permitir o no que se lo utilice con fines político partidarios.
Utilización que tuvo su antecedente inmediato hace unos días, en ocasión de la visita del presidente Macri a la ciudad.
Entonces se puede conjeturar que hay una permisividad, aunque como decimos, la estructura es de la comunidad y en consecuencia, el ideal sería que la cuidáramos entre todos.
Está claro que no se agredió al puente con pintadas, pero tratándose de un monumento dentro del paisaje de todos los gualeguaychenses, ¿por qué adueñarse de él?
Quienes creyeron que ejecutaban una idea fantástica se equivocaron esta vez, y aquí no valen argumentos del tipo “hay censura” o “se coarta la expresión”, porque la realidad indica que, en lugar de lograr adeptos, sus autores generaron reacción en la ciudadanía, que sabe distinguir los tiempos políticos, lo que es propio, lo que es privado y lo colectivo.
Por lo que el efecto logrado fue inverso al buscado.
Porque hay que tener mucho respeto por lo que es de todos.
Como el puente.
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