En los hogares también

En la edición de ayer, EL ARGENTINO publicó una nota en la que se hacia mención respecto a la promulgación de la ley provincial Nº 10354 que prohíbe el uso de purpurina y brillantina en todas las escuelas entrerrianas.
La normativa alcanza no sólo a las escuelas de nivel inicial y primario sino también secundario y tanto a instituciones públicas como privadas.
Y cabe recordar que hace unos días, un nene de 3 años estuvo en terapia intensiva en Tucumán, conectado a un respirador mecánico, luego de aspirar accidentalmente este producto y su pronóstico era reservado; y en noviembre del año pasado un niño santiagueño de 7 años falleció por este mismo motivo.
Y si bien la norma es importante no sólo en las escuelas se debe tener cuidado con estos elementos sino que los cuidados también deben alcanzar a los hogares, donde muchas veces hay niños más grandes manipulándolos pero luego los dejan en algún lugar donde pueden acceder niños más pequeños que pueden resultar afectados.
Los padres deben estar atentos y enseñar a sus hijos sobre la peligrosidad de estos elementos decorativos que parecen inofensivos porque no sólo en las escuelas pueden ocurrir los accidentes fatales.