Las calles y veredas son para todos
Hace unos días un llamado a LINEA DIRECTA consultó por la reglamentación acerca de la exposición callejera de automóviles a la venta.
El llamado marcaba el uso que se hace de las calles para mostrar esta mercadería, colas de automóviles que se entiende, no están estacionados porque sus dueños se encuentran haciendo un trámite en las cercanías, ya que exhiben el conocido símbolo del tacho colocado en la parte superior.
De la misma manera que quien hizo esta advertencia, podemos preguntarnos por los cajones de frutas y verduras, expuestos para su venta por lo general, a los laterales del ingreso a los comercios que se dedican a este rubro.
Y aquí vale marcar que esta mercadería comestible recibe toda la polución callejera y la más peligrosa: la de los gases que liberan los caños de escape.
Pero en materia de ocupación de veredas y calles, también deben mencionarse los talleres mecánicos, bazares y hasta tiendas que consideran que la vereda es parte del local.
No menos preocupante son los espacios pintados por particulares para no ser ocupados, pese a no exhibirse la ordenanza que lo establezca y por último, los cajones colocados para evitar el estacionamiento, a la espera del camión que descargará la mercadería.
En síntesis: se está haciendo un mal uso (y además, egoísta) de la vía pública.
Y de no tomarse medidas al respecto, esta conducta podrá generalizarse.
De la misma manera que quien hizo esta advertencia, podemos preguntarnos por los cajones de frutas y verduras, expuestos para su venta por lo general, a los laterales del ingreso a los comercios que se dedican a este rubro.
Y aquí vale marcar que esta mercadería comestible recibe toda la polución callejera y la más peligrosa: la de los gases que liberan los caños de escape.
Pero en materia de ocupación de veredas y calles, también deben mencionarse los talleres mecánicos, bazares y hasta tiendas que consideran que la vereda es parte del local.
No menos preocupante son los espacios pintados por particulares para no ser ocupados, pese a no exhibirse la ordenanza que lo establezca y por último, los cajones colocados para evitar el estacionamiento, a la espera del camión que descargará la mercadería.
En síntesis: se está haciendo un mal uso (y además, egoísta) de la vía pública.
Y de no tomarse medidas al respecto, esta conducta podrá generalizarse.
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