Los cambios en la secretaría de Ambiente
Por Fundavida
Dicen los devotos de san Perogrullo que el sentido común es el menos común de los sentidos. Nosotros podríamos agregar a la ecuanimidad como la virtud más escasa.
Dos hombres frente a frente tratan de ponerse de acuerdo acerca de cómo es el universo, el que mira la montaña le explica convencido al otro que el mundo es eso: montañas, y el que está frente a él mirando el mar, intenta convencerlo que en realidad es el mar, porque eso es lo que él ve, a espaldas de su interlocutor. Lo más probable es que ambos jamás se pongan de acuerdo y dejen pasar sus días sin enterarse que en realidad el mundo es ambas cosas, y también muchas más, dependiendo de cuántos observadores participen del diálogo.
Los recientes cambios en la Secretaría de Ambiente de la provincia generan localmente un escenario de controversia y polémica que nos pone en un espacio de visiones encontradas al que trataremos de ingresar con la mayor ecuanimidad de que seamos capaces.
Horacio Melo tiene antecedentes en temas ambientales. Entre otros, mucho antes que se desarrollara el conflicto de las pasteras, junto a Horacio Claret y María de los Ángeles Figún, hace ya muchos años, sacudían nuestros oídos desde radio Nacional Gualeguaychú anticipándonos una agenda ambiental que la mayoría ignorábamos y que luego asumiríamos como propia. Fueron quienes motorizaron la primera marcha al puente para protestar por lo que asomaba en el horizonte y luego se concretó: la nefasta planta de celulosa de Fray Bentos, ayer BOTNIA y hoy UPM.
Por estos días ha sido designado para actuar como subrogante de Belén Esteves, por razones que son de dominio público.
Conocida la noticia, un medio de prensa local presentó a sus lectores una nota en la que voceros oficiosos, a quienes no identifica, en nombre de la ACAG, reviven el debate que oportunamente se desató cuando fue designado Delegado en CARU, la Comisión Administradora del Río Uruguay.
La Asamblea Ciudadana es un organismo de masas que reconoce como su máxima instancia de conducción las asambleas públicas y democráticas que oportunamente se constituyeron para enfrentar la amenaza de BOTNIA, los integrantes de FUNDAVIDA nunca nos hemos ido de la ACAG y seguimos siendo parte de ella, simplemente creamos una fundación para canalizar nuestras inquietudes específicas que no tienen cabida en aquella por su necesaria y lógica heterogeneidad.
Un grupo de personas, que no dudamos lo hacen con su mejor buena voluntad, reviven el enorme malestar que produjo en su momento la designación de Melo en CARU y aquí viene a cuento lo de la ecuanimidad, o mejor dicho la falta de ella porque se sigue criticando a Melo por aceptar un cargo, pero nada se dice de otros dirigentes que utilizando la misma plataforma hoy han alcanzado también cargos de relevancia nacional.
El desempeño de Melo en la secretaría de Ambiente por ahora es una página en blanco, su agenda pondrá a prueba la solidez de sus convicciones ambientales y su compromiso con la causa, aunque sabemos que los intereses que deberá enfrentar controlan a través de sus lobistas el poder político y los cuerpos legislativos. El implacable poder económico de las corporaciones que se benefician con el actual modelo productivo siempre está agazapado para dar el zarpazo sobre la voluntad soberana de los pueblos que defienden los intereses de la naturaleza y la vida
Como siempre hemos hecho en nuestra fundación, estaremos atentos a la nueva gestión, y seremos implacables en su valoración.
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