Palabras desconocidas
El otro día se me ocurrió que sería interesante recordar el segmento que tuve por años en mi programa de radio en Buenos Aires que se llamaba el “Origen de la palabra” donde ponía al aire algunas palabras, siglas o acrónimos y nuestros oyentes llamaban por teléfono y el ganador obtenía un sencillo premio.
(*) Por Jorge Pedro Jurado
(Colaboración)
Era un juego muy divertido por lo interactivo y a la vez sumamente cultural. Son muchísimas las palabras que usamos y muchas de ellas ignoramos su origen o su significado. Se dice que el idioma castellano tiene muchísimos vocablos pero el hispano parlante medio usa muy pocos y sumado a ello la tecnología conspira a que se usen menos vocablos y se han generalizado numerosas palabras que utilizamos a diario pero la mayoría de las veces ignoramos su origen.
Sin ánimo de convertirme en profesor de lengua ya que solamente recuerdo lo que aprendimos en nuestra primaria en la querida Escuela Normal Olegario Víctor Andrade y en el secundario en el Colegio Nacional Luis Clavarino, debemos recordar que los acrónimos son las palabras formadas a partir de partes de otras palabras, es decir, por iniciales, fragmentos de palabras o abreviaciones.
El significado del acrónimo es la sumatoria de los significados de las palabras que lo componen. En cambio, la diferencia entre las siglas y los acrónimos es que los acrónimos son una palabra en sí misma, es decir que puede pronunciarse leyéndola de corrido. Por ejemplo ONU está formada por las iniciales de “Organización de las Naciones Unidas” pero se lee como una única palabra.
En cambio “ADN” no forma una palabra, ya que al decirlo se debe pronunciar cada letra por separado, es decir que no es un acrónimo y para ambas debemos saber su significado para saber que los estamos utilizando en forma apropiada.
Un ejemplo de muchísimas palabras en acrónimo nos lo da la informática que como toda ciencia, tiene su propio lenguaje específico. Para una comprensión uniforme y mundial la mayor parte de los términos de la informática se utilizan en idioma inglés a nivel global, por lo que los acrónimos y siglas son una herramienta importante para permitir que los hablantes de otros idiomas puedan transmitir y recepcionar rápidamente los mismos conceptos.
Pero claro queridos lectores de El Censor, hay otras palabras que, sin ser acrónimos ni siglas, directamente ignoramos su real origen y verdadero significado, por lo menos quien esto escribe.
Es por ello que como juego - igual que en mi programa de radio - pero sin premio alguno, solamente con la devolución en este grupo que todos ustedes puedan hacer de otras palabras, siglas o acrónimos será una forma de divertirnos y aprender un poco más. De eso se trata esta propuesta.
Ahí van algunos ejemplos:
Cuantas veces decimos al manejar: ojo que debe estar el radar de la policía. Debemos bajar la velocidad. Ahora bien, jamás nos preguntamos cual era el significado de la palabra “Radar”. Pues es un acronismo que en inglés significa Radio detection and ranging, “detección y medición de distancias por radio” y que no necesitamos señalar para que se usa, solo debemos acatar las reglas de tránsito para no ser multados.
Otro acrónimo muy utilizado actualmente especialmente en nuestros autos y en nuestros teléfonos móviles es el GPS que en inglés significa “Global Posisioning System”. Ya en alta mar los buques mercantes usaban dicho aparato casi 20 años antes que en la tierra, en reemplazo del sextante y las estrellas para ubicar su posición y buscar su rumbo.
Otro ejemplo es cuando ultimamente debemos recurrir a lo que sea para ahorrar en la factura de la luz y apelamos a comprar lamparitas LED en lugar de las tradicionales inventadas por Edison. Esa tecnología es conocida por sus siglas en inglés “Light Emitting Diode”, que en español significa Diodo Emisor de Luz, y consiste básicamente en un material semiconductor que es capaz de emitir una radiación electromagnética en forma de luz más económica y de buena luminosidad.
Ahora si comprendo lo que significa cuando voy a la casa de electricidad y pido una lamparita LED.
Que no decir del famoso CPU de nuestra compu un poco más antigua, si lo habremos nombrado o mencionado sin saber que significaba ese acrónimo. Pués viene del inglés “Central Processing Unit” (Unidad Central de Proceso).
Cuando debemos buscar un texto en Internet ponemos la palabra HTTP pero de ahora en adelante sabremos que en inglés significa “Hyper Text Transfer Protocol” (Protocolo de transferencia de hipertexto) que es el método más común de intercambio de información de la web a una computadora.
Otro término muy utilizado por todos nosotros es la palabra Laser que viene del acrónimo inglés “LASER, light amplification by stimulated emission of radiation “ (amplificación de luz por emisión estimulada de radiación).
Y no debemos olvidar cuantas veces decimos o verbalizamos la palabra “PDF”, diciendo mandamelo en PDF o “pedefeamelo” sin saber que es una sigla que en inglés significa “Portable Document Format”.
Y finalmente cree este periodista que diariamente cuando salimos con nuestro teléfono móvil o nuestra laptop fuera de casa preguntamos en cualquier lugar ¿Tienen Wifi? Cúal es la clave? Ignorando lo que verdaderamente significa esa Wi-Fi fue creada por la compañía Interbrand que la creó para indicar las ideas de inalámbrico (Wireless, en inglés) y la idea de alta fidelidad (Hi-Fi, o High Fidelity.
Cuando eramos muy chicos y leíamos la revista Billiken ni por asomo sabíamos y de grande creo que tampoco, de donde viene ese nombre de la recordada revista. Todos la recordamos y a su creador don Constancio C. Vigil. ¿Pero de dónde sacó don Constancio esa palabra? Según se dice en la India vivió un simpático dios que logró arrancarles sonrisas a dos príncipes apesadumbrados y viendo el dios que en el mundo había aún más tristeza, se encargó de llevar alegría a muchas otras naciones y culturas remotas.
A principios del siglo XX, el fabricante norteamericano Billy Kent conoció la leyenda y creó un muñequito petiso, barrigón, eternamente sonriente y parecido a Buda, como se lo imaginaba él al dios hindú y como éste no tenía nombre lo bautizó con el suyo.
A Constancio C. Vigil, que en esos días buscaba afanosamente un título para una inédita revista infantil, le pareció una buena idea usar el nombre de ese muñeco que los nenes amaban “ Billy Kent”. Dicho todo junto y sin la T, pasó a ser Billiken. Increíble pero real.
(*) El autor de este artículo es abogado, periodista, escritor de varios libros: “Poesías desde el alma”, “Don Pedro”, “Mi río, mis poesías, mis recuerdos”. También conductor del programa de radio “Tres por Semana “en la FM 91.3 de la Ciudad de Buenos Aires y Director de El Censor Online, periódico que se publica todos los domingos en el grupo de Facebook denominado “ El Censor Online”.