Por unas Fiestas sin sobresaltos
Desde el 1 de marzo rige en nuestra ciudad la prohibición de uso y comercialización de pirotecnia y, cabe aclarar, que se llegó a esta determinación luego de un extenso debate en el que se escucharon las voces de los diferentes sectores involucrados.
La decisión del Honorable Concejo Deliberante, que fue quien votó por esta Ordenanza, no es antojadiza sino que responde a diferentes motivos que la justifican.
Muchos creen que sólo a los perros les hacen mal los sonidos estridentes y, quienes no defienden la vida animal, piensan que es exagerado... pero hay que aclarar que esto no es así. No solo a los animales la pirotecnia los descontrola y les cambia el comportamiento, por decirlo de alguna manera, sino que a muchos niños, bebés y adultos también.
Y frente a esto... ¿tampoco serán sensibles?
Quizá si supieran lo que le provoca a una persona con autismo, por ejemplo, el sonido estridente de las explosiones de los petardos cambiaría de opinión.
Las Fiestas deben celebrarse y deben ser motivo de alegría en los hogares y esto no ocurre en las familias que tienen algún integrante que sufre las consecuencias de los petardos que a otros tanto los divierten.
Y no se exagera al decir que muchos desean realmente que pasen las Fiestas a causa de la pirotecnia.
Por eso, ahora que la prohibición está vigente y que algo –aunque poco- se ha concientizado en esta materia, es de esperar que todas las familias puedan pasar unas Fiestas sin sobresaltos, unidos y en paz.
Pensar en el prójimo siempre, pero sobre todo en fechas como la Navidad, debería ser prioritario... y, si con nuestro accionar le estamos provocando un daño deberíamos desistir.
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