Qué hacer con las motos incautadas
Motos sin patentes, cubiertas de polvo y de diversas cilindradas, se amontonan como reses de carne en las viejas cámaras de frío del ex Frigorífico Gualeguaychú.
La acumulación de motos creció exponencialmente este año desde que la Jefatura Departamental de Policías y la Dirección de Tránsito Municipal profundizaron los controles para detectar motos robadas y mantener a raya a los motochorros, quienes en varias ocasiones arrebataron carteras a mujeres desprevenidas en la calle.
Falta de seguro, falta de registro, circular sin patente y hasta alcoholemia positiva, son algunas de las principales causas por la cual Tránsito tuvo que sacar las motos del galpón donde se almacenan los autos incautados en los controles de alcoholemia y derivarlas a las viejas cámaras frigoríficas en su búsqueda incesante de más espacio de almacenamiento.
Ahora Tránsito a través de la Dirección de Legales del Municipio busca las herramientas legales ante la Justicia para que le permita hacer un remate de aquellos rodados con más de dos años de antigüedad en el depósito y el dinero recaudado volcarlo a campañas de prevención vial o a mejorar la infraestructura de la repartición.
Tránsito solo cuenta con una ordenanza que tras varias publicaciones en los diarios y pasado un tiempo, el Estado puede usar ese bien, pero si su propietario paga la multa, la moto tendrá que ser devuelta. Es fundamental que esas motos sean rematadas y el municipio así recupere deudas impagas de los infractores y ese dinero obtenido por el remate por venta de vehículos retenidos se vuelque en más equipamiento para Tránsito en su lucha incesante de prevenir accidentes.
La acumulación de motos creció exponencialmente este año desde que la Jefatura Departamental de Policías y la Dirección de Tránsito Municipal profundizaron los controles para detectar motos robadas y mantener a raya a los motochorros, quienes en varias ocasiones arrebataron carteras a mujeres desprevenidas en la calle.
Falta de seguro, falta de registro, circular sin patente y hasta alcoholemia positiva, son algunas de las principales causas por la cual Tránsito tuvo que sacar las motos del galpón donde se almacenan los autos incautados en los controles de alcoholemia y derivarlas a las viejas cámaras frigoríficas en su búsqueda incesante de más espacio de almacenamiento.
Ahora Tránsito a través de la Dirección de Legales del Municipio busca las herramientas legales ante la Justicia para que le permita hacer un remate de aquellos rodados con más de dos años de antigüedad en el depósito y el dinero recaudado volcarlo a campañas de prevención vial o a mejorar la infraestructura de la repartición.
Tránsito solo cuenta con una ordenanza que tras varias publicaciones en los diarios y pasado un tiempo, el Estado puede usar ese bien, pero si su propietario paga la multa, la moto tendrá que ser devuelta. Es fundamental que esas motos sean rematadas y el municipio así recupere deudas impagas de los infractores y ese dinero obtenido por el remate por venta de vehículos retenidos se vuelque en más equipamiento para Tránsito en su lucha incesante de prevenir accidentes.
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