Señalar a los desaprensivos
Cansados de que la situación se reitere cada día, muchos vecinos han comenzado a escrachar a los automovilistas que se estacionan ocupando el espacio de las rampas construidas para el ascenso y descenso de las personas con movilidad reducida o nula.
Al parecer, hay entre nosotros gente desaprensiva a la que sólo le importa su comodidad, por lo que no vacila en estacionar su auto en cualquier sector de la cuadra, aún en los que están destinados a favorecer el desplazamiento de las personas con su movilidad comprometida, en forma crónica o temporal.
Se sabe que por su diseño, también utilizan estas rampas quienes llevan bebés en cochecitos y que muchos adultos prefieren comenzar una cuadra o finalizarla utilizando estas construcciones por sentirse más seguros.
Pensando en todos ellos, pero de manera especial, en quienes son los destinatarios primeros de este trabajo mancomunado entre privados y el estado municipal, y viendo que los que se estacionan obstruyendo las rampas no reciben amonestaciones, castigos ni multas, han comenzado a aparecer en las redes sociales las fotografías de estos vehículos y de manera reciente, mensajes dirigidos a sus propietarios, los que dejan adheridos al vidrio de la puerta delantera izquierda.
Como decimos en casa: tanto va el cántaro a la fuente que al final...
Al final, la paciencia se termina.
Al parecer, hay entre nosotros gente desaprensiva a la que sólo le importa su comodidad, por lo que no vacila en estacionar su auto en cualquier sector de la cuadra, aún en los que están destinados a favorecer el desplazamiento de las personas con su movilidad comprometida, en forma crónica o temporal.
Se sabe que por su diseño, también utilizan estas rampas quienes llevan bebés en cochecitos y que muchos adultos prefieren comenzar una cuadra o finalizarla utilizando estas construcciones por sentirse más seguros.
Pensando en todos ellos, pero de manera especial, en quienes son los destinatarios primeros de este trabajo mancomunado entre privados y el estado municipal, y viendo que los que se estacionan obstruyendo las rampas no reciben amonestaciones, castigos ni multas, han comenzado a aparecer en las redes sociales las fotografías de estos vehículos y de manera reciente, mensajes dirigidos a sus propietarios, los que dejan adheridos al vidrio de la puerta delantera izquierda.
Como decimos en casa: tanto va el cántaro a la fuente que al final...
Al final, la paciencia se termina.
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