Sin auriculares, por favor
A nadie resulta novedoso ver a los caminantes hacer su rutina diaria con los auriculares colocados.
Pero escuchar música o radio puede ser una actividad enriquecedora si se lo hace en un medio donde no hay tránsito urbano.
Parece mentira, pero a pesar de lo riesgoso que es, cada día se pueden encontrar caminantes en las calles céntricas con sus auriculares colocados y, se deduce, el volumen bastante alto, ya que no advierten cuando al llegar a una esquina un auto se les acerca para doblar.
Para colmo, ni siquiera dan vuelta la cabeza para ver lo que sucede a sus espaldas.
El riesgo es mucho mayor cuando quienes van con los auriculares colocados son ciclistas y el combo puede ser explosivo si además llevan una marcha despareja: intentar pasarlos puede ser tan peligroso como tocarles bocina.
Entonces, ¿qué se puede hacer?
A la respuesta “dar aviso a las autoridades”, hay que decirlo, se le antepone un detalle que no se ha marcado aún. Las situaciones planteadas han ocurrido delante de las autoridades que están dispuestas en las calles para asegurarnos a todos un transitar seguro.
Quizá haya que redoblar los ruegos, porque está visto que en cualquier momento tenemos una contingencia que no por evitable dejará de ocurrir.
Pero escuchar música o radio puede ser una actividad enriquecedora si se lo hace en un medio donde no hay tránsito urbano.
Parece mentira, pero a pesar de lo riesgoso que es, cada día se pueden encontrar caminantes en las calles céntricas con sus auriculares colocados y, se deduce, el volumen bastante alto, ya que no advierten cuando al llegar a una esquina un auto se les acerca para doblar.
Para colmo, ni siquiera dan vuelta la cabeza para ver lo que sucede a sus espaldas.
El riesgo es mucho mayor cuando quienes van con los auriculares colocados son ciclistas y el combo puede ser explosivo si además llevan una marcha despareja: intentar pasarlos puede ser tan peligroso como tocarles bocina.
Entonces, ¿qué se puede hacer?
A la respuesta “dar aviso a las autoridades”, hay que decirlo, se le antepone un detalle que no se ha marcado aún. Las situaciones planteadas han ocurrido delante de las autoridades que están dispuestas en las calles para asegurarnos a todos un transitar seguro.
Quizá haya que redoblar los ruegos, porque está visto que en cualquier momento tenemos una contingencia que no por evitable dejará de ocurrir.
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