Un acceso peligroso
El Acceso Sur de la ciudad es transitado a diario por una cantidad importante de vehículos que ingresan o salen de la ciudad. También por cientos de camiones de carga que se dirigen al Parque Industrial que la ciudad posee sobre esta ruta y por los colectivos de media y larga distancia que se dirigen a la Terminal de Ómnibus.
Y hay una cuestión que preocupa. Se trata de los pozos que hay sobre la ruta, una vez traspasado el ingreso al polo industrial, que por su tamaño, profundidad y ubicación, implican un serio riesgo.
Además, ingresando a la ciudad, en la zona del Control Sanitario también existen enormes huecos que bien podrían llegar a ocasionar un accidente o, lo que no sería tan grave, romper un vehículo.
Quienes ya conocen la presencia de estas roturas se manejan con cuidado porque saben el peligro que esto implica, el tema es sobre todos para quienes desconocen su presencia y los ven cuando ya los tienen encima; ya que en estos casos es casi un acto reflejo pegar un volantazo y con esto se puede ocasionar un grave accidente.
Otra cuestión que queda latente es, en caso de romper un vehículo o un neumático por colisionar con uno de estos pozos ¿quien se hará cargo del arreglo?
Quizá el comentario suene un exceso, pero quienes hayan transitado por la zona durante el último tiempo sabrán que no es exageración sino una realidad que no deja de ser una bomba de tiempo.
Y hay una cuestión que preocupa. Se trata de los pozos que hay sobre la ruta, una vez traspasado el ingreso al polo industrial, que por su tamaño, profundidad y ubicación, implican un serio riesgo.
Además, ingresando a la ciudad, en la zona del Control Sanitario también existen enormes huecos que bien podrían llegar a ocasionar un accidente o, lo que no sería tan grave, romper un vehículo.
Quienes ya conocen la presencia de estas roturas se manejan con cuidado porque saben el peligro que esto implica, el tema es sobre todos para quienes desconocen su presencia y los ven cuando ya los tienen encima; ya que en estos casos es casi un acto reflejo pegar un volantazo y con esto se puede ocasionar un grave accidente.
Otra cuestión que queda latente es, en caso de romper un vehículo o un neumático por colisionar con uno de estos pozos ¿quien se hará cargo del arreglo?
Quizá el comentario suene un exceso, pero quienes hayan transitado por la zona durante el último tiempo sabrán que no es exageración sino una realidad que no deja de ser una bomba de tiempo.
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