Un problema ambiental de años
Los vecinos que viven en torno a la Cooperativa Arrocera, gestionan desde hace muchos años que esta empresa de la economía social se relocalice fuera del radio urbano.
El cansancio por años de reclamos ante las autoridades municipales, sin obtener respuesta satisfactoria de un Estado que parece estar sin posibilidades de poder conseguir financiamiento con el fin de relocalizar las instalaciones de la Arrocera al terreno que adquirió hace años frente al Parque Industrial.
Si bien la Cooperativa está instalada allí antes de que muchos de los vecinos que hoy protestan se instalaran, la situación ya se vuelve insostenible desde el momento en que el municipio aprobó un loteo sobre calle Buenos Aires y Aguado, incrementando la densidad de la población alrededor de la empresa. Esto provocó un mayor grado de conflictividad social dado que algunos frentistas ni siquiera pueden abrir las aberturas de su vivienda por el polvo que genera la actividad de la Arrocera.
Polvillo constante por la carga de la cáscara de arroz, camiones que se suben a las veredas porque no les da el radio de giro para salir de la planta, ruidos molestos a la noche generan un malestar constante, pese a las intervenciones del área de Inspección General y la Subsecretaria de Medioambiente de la Municipalidad para intentar mitigar la contaminación, los vecinos siguen padeciendo de alergias y enfermedades respiratorias.
El problema ambiental que hoy viven la gente del barrio de La Estación, deberá ser resuelto lo antes posible y está claro que si no hay una línea de financiación accesible para que la planta se relocalice, la Cooperativa Arrocera, no podrá cumplir con ese objetivo en lo inmediato.
Si bien la Cooperativa está instalada allí antes de que muchos de los vecinos que hoy protestan se instalaran, la situación ya se vuelve insostenible desde el momento en que el municipio aprobó un loteo sobre calle Buenos Aires y Aguado, incrementando la densidad de la población alrededor de la empresa. Esto provocó un mayor grado de conflictividad social dado que algunos frentistas ni siquiera pueden abrir las aberturas de su vivienda por el polvo que genera la actividad de la Arrocera.
Polvillo constante por la carga de la cáscara de arroz, camiones que se suben a las veredas porque no les da el radio de giro para salir de la planta, ruidos molestos a la noche generan un malestar constante, pese a las intervenciones del área de Inspección General y la Subsecretaria de Medioambiente de la Municipalidad para intentar mitigar la contaminación, los vecinos siguen padeciendo de alergias y enfermedades respiratorias.
El problema ambiental que hoy viven la gente del barrio de La Estación, deberá ser resuelto lo antes posible y está claro que si no hay una línea de financiación accesible para que la planta se relocalice, la Cooperativa Arrocera, no podrá cumplir con ese objetivo en lo inmediato.
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