Una disminución de precio que casi no se sentirá
El Gobierno anunció hace unos días que el precio de las naftas y el gasoil bajarán un cinco por ciento a partir del 1 de enero próximo y además, adelantaron que harán una revisión del impuesto a las naftas y retenciones a la exportación de combustibles.
Y si bien hay que aclarar que una baja de precios es siempre bienvenida, también se debe reconocer que esta disminución casi no se sentirá en la práctica y que, con todos los aumentos que hubo a lo largo de 2014, es hasta casi irrisoria la cifra de disminución que se maneja.
A modo de repaso, se puede recordar que entre enero y diciembre de 2014 se produjeron siete incrementos en el precio del combustible. El primero fue el 2 de enero de 7 por ciento, luego en febrero, 6 por ciento y en marzo 6,1 por ciento. Estos tres fueron los más elevados y en parte se debió a la devaluación del peso a principio de este año. En abril, hubo una nueva suba de un 5,4 por ciento; en mayo de un 3,8 por ciento, en julio de un 4 por ciento y en septiembre fue un 4 por ciento más.
Y lo que se trata de plantear es que frente a las soberbias subas que hubo en los últimos doce meses, una disminución de un cinco por ciento sólo aminora unos pocos puntos el monto total del incremento que fue –teniendo en cuenta el descuento que se hará a partir de unos días- de un 27 por ciento.
Y si bien hay que aclarar que una baja de precios es siempre bienvenida, también se debe reconocer que esta disminución casi no se sentirá en la práctica y que, con todos los aumentos que hubo a lo largo de 2014, es hasta casi irrisoria la cifra de disminución que se maneja.
A modo de repaso, se puede recordar que entre enero y diciembre de 2014 se produjeron siete incrementos en el precio del combustible. El primero fue el 2 de enero de 7 por ciento, luego en febrero, 6 por ciento y en marzo 6,1 por ciento. Estos tres fueron los más elevados y en parte se debió a la devaluación del peso a principio de este año. En abril, hubo una nueva suba de un 5,4 por ciento; en mayo de un 3,8 por ciento, en julio de un 4 por ciento y en septiembre fue un 4 por ciento más.
Y lo que se trata de plantear es que frente a las soberbias subas que hubo en los últimos doce meses, una disminución de un cinco por ciento sólo aminora unos pocos puntos el monto total del incremento que fue –teniendo en cuenta el descuento que se hará a partir de unos días- de un 27 por ciento.
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