Una política urbanística
La Subsecretaría de Planeamiento Urbano de la Municipalidad, considera que es más importante para el tránsito de la ciudad, reasignar los fondos de la ampliación de la semipeatonal hasta calle Montevideo, a la obra de puesta en valor de la calle Bolívar entre Alem a Camila Nievas, hasta la Plaza Gardel. La mejora en la arteria permitirá una mejor transitabilidad vehicular.
De esta manera se concretará el proyecto del Paseo Além que comenzó durante la primera administración de Daniel Irigoyen, cuando se comenzó con el recambio de los viejos adoquines de calle Alem y colocación de los canteros, desde Del Valle hasta Bolívar con piedras de pórfido patagónico.
El año pasado Planeamiento reacondicionó las dos calles que quedaban de la Alem, hasta llegar a calle 25 de Mayo utilizando losa mismos adoquines.
Este año se harán las calles de Bolívar desde Alem hasta Plaza Gardel, con pavimento articulado para dar por terminado el proyecto que comenzó en 1998.
Este proyecto representó una continuidad en las políticas de planificación sobre el embellecimiento y la puesta en valor de una arteria histórica de la ciudad, cuyo barrio progresó a principio del siglo XX, a raíz de la gran actividad portuaria que se registraba en aquellos tiempos.
Hoy, los barcos de pasajeros, y las chatas cerealeras, que le daban dinamismo a esa zona, quedaron en la historia, pero éste sector volvió a resurgir gracias al turismo, además de constituir una arteria aliviadora del tránsito de la Costanera.
Ojalá se aplique en otras cuestiones de la planificación urbana de la ciudad, la continuidad que tuvo la calle Alem, cuya obra fue iniciada en la década pasada y sin importar el color político del partido gobernante se continuó trabajando hasta la finalización del proyecto hasta plaza Gardel.
El año pasado Planeamiento reacondicionó las dos calles que quedaban de la Alem, hasta llegar a calle 25 de Mayo utilizando losa mismos adoquines.
Este año se harán las calles de Bolívar desde Alem hasta Plaza Gardel, con pavimento articulado para dar por terminado el proyecto que comenzó en 1998.
Este proyecto representó una continuidad en las políticas de planificación sobre el embellecimiento y la puesta en valor de una arteria histórica de la ciudad, cuyo barrio progresó a principio del siglo XX, a raíz de la gran actividad portuaria que se registraba en aquellos tiempos.
Hoy, los barcos de pasajeros, y las chatas cerealeras, que le daban dinamismo a esa zona, quedaron en la historia, pero éste sector volvió a resurgir gracias al turismo, además de constituir una arteria aliviadora del tránsito de la Costanera.
Ojalá se aplique en otras cuestiones de la planificación urbana de la ciudad, la continuidad que tuvo la calle Alem, cuya obra fue iniciada en la década pasada y sin importar el color político del partido gobernante se continuó trabajando hasta la finalización del proyecto hasta plaza Gardel.
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