Una vieja forma de esclavitud
La noticia del caso de explotación laboral infantil detectado en Gualeguaychú debe hacernos pensar en esas realidades que no vemos, porque están ocultas a propósito.
Parece una paradoja, pero el caso de un niño de 12 años que se encontraba realizando tareas de embolsado de pan en horas de la madrugada en una panadería, se pudo constatar ahora, cuando estamos sobre el 19 de Noviembre, Día mundial para la prevención del abuso contra los niños y las niñas en sinergia con el Día de los Derechos del Niño que se celebra el 20 de noviembre.
A esta altura ya nadie puede decir que ignora la prohibición de hacer trabajar en provecho propio a un menor de edad, no obstante se sabe que los abusos y la explotación a los niños, niñas y adolescentes son un problema alarmante que no distingue país, raza, cultura o condición social.
Entonces se vuelve imperioso que los Gobiernos y las organizaciones de la Sociedad Civil jueguen un papel importante protegiendo a los infantes.
Con la ley vigente, emplear a un menor de 16 años ya no sólo se sanciona con la imposición de una multa, sino que el empleador también puede recibir una condena de prisión de uno a cuatro años.
Pero para esto, hace falta el compromiso de la comunidad con su denuncia.
Porque estos casos pueden querer ocultarse, por razones más que obvias.
Pero lo cierto es que no siempre se logra este fin.
Y ese es el momento de actuar.
Parece una paradoja, pero el caso de un niño de 12 años que se encontraba realizando tareas de embolsado de pan en horas de la madrugada en una panadería, se pudo constatar ahora, cuando estamos sobre el 19 de Noviembre, Día mundial para la prevención del abuso contra los niños y las niñas en sinergia con el Día de los Derechos del Niño que se celebra el 20 de noviembre.
A esta altura ya nadie puede decir que ignora la prohibición de hacer trabajar en provecho propio a un menor de edad, no obstante se sabe que los abusos y la explotación a los niños, niñas y adolescentes son un problema alarmante que no distingue país, raza, cultura o condición social.
Entonces se vuelve imperioso que los Gobiernos y las organizaciones de la Sociedad Civil jueguen un papel importante protegiendo a los infantes.
Con la ley vigente, emplear a un menor de 16 años ya no sólo se sanciona con la imposición de una multa, sino que el empleador también puede recibir una condena de prisión de uno a cuatro años.
Pero para esto, hace falta el compromiso de la comunidad con su denuncia.
Porque estos casos pueden querer ocultarse, por razones más que obvias.
Pero lo cierto es que no siempre se logra este fin.
Y ese es el momento de actuar.
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