Universidad binacional
El canciller Héctor Timerman tiene como uno de los objetivos crear una universidad binacional especializada en materia ambiental y que probablemente tendría sede en Gualeguaychú.
En rigor, la iniciativa es muy buena. Se trata de una idea que será muy bien recepcionada. Pero nadie puede creer que esta universidad sea la solución para el conflicto con la pastera Botnia-UPM.
Se insiste, la propuesta jerarquizará a las comunidades ribereñas; pero una cosa es expresar una buena idea y otra muy distinta es que eso sea la solución a un conflicto que reclama el desmantelamiento de la ilegal pastera.
Toda iniciativa que tienda a fortalecer los lazos de integración deben ser muy bien recepcionados, porque una integración siempre repercutirá de manera favorable a las comunidades. Pero también hay que tener en cuenta que mientras dure el conflicto, la integración no podrá avanzar en su real potencia. Por eso urge solucionar este conflicto cuanto antes, ya demasiado tiempo se ha perdido a lo largo de estos casi siete años en la materia.
La universidad binacional es una propuesta positiva en materia de integración y crecimiento de una comunidad. Es impertinente discutir este punto. Lo que no debe confundirse es que se convierta por sí misma en una solución a un conflicto ambiental tan específico como el que generó la propia Botnia y el Uruguay.
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