Viviendas de madera para resolver el déficit habitacional
Tras construir varios barrios en nuestra ciudad para intentar dar respuesta a la demanda habitacional en los últimos siete años, aún quedan 800 familias a la espera de su techo propio en el registro único de demandantes del IAPV Gualeguaychú.
Poder adoptar en nuestra ciudad la construcción de viviendas sociales de madera, aprovechando la experiencia de años de investigación del INTA Concordia, para poder mostrar las ventajas económicas en la utilización de este material para brindar un techo propio.
Entre Ríos cuenta con unas 110.000 hectáreas de explotación maderera a utilizarse en distintos tipos de emprendimientos, cuyo sistema es sustentable en el tiempo, al renovarse las plantaciones de los árboles. Esta extensa superficie implantada podría garantizar la materia prima además de fortalecer toda una cadena productiva de la industria acerradera en la Costa del Uruguay.
Cuenta con la ventaja de ser una construcción en seco y rápido lo que garantiza una construcción que demandará entre 60 a 90 días y no seis meses como demanda la construcción de una casa de materiales. Otros aspecto positivo es la climatización. En verano se estima que estas viviendas concentran 10° menos que la temperatura ambiente y en invierno unos 12 ° más.
Las ventajas son enormes y de adoptar todo un sistema aceitado, que aborde también junto a la UOCRA cursos de capacitación para entrenar la mano de obra en el manejo del nuevo material, generaría más fuentes de trabajo y una respuesta más ágil a la acusiante necesidad de tener un techo propio de muchas familias que desde hace años están en lista de espera.
Poder adoptar en nuestra ciudad la construcción de viviendas sociales de madera, aprovechando la experiencia de años de investigación del INTA Concordia, para poder mostrar las ventajas económicas en la utilización de este material para brindar un techo propio.
Entre Ríos cuenta con unas 110.000 hectáreas de explotación maderera a utilizarse en distintos tipos de emprendimientos, cuyo sistema es sustentable en el tiempo, al renovarse las plantaciones de los árboles. Esta extensa superficie implantada podría garantizar la materia prima además de fortalecer toda una cadena productiva de la industria acerradera en la Costa del Uruguay.
Cuenta con la ventaja de ser una construcción en seco y rápido lo que garantiza una construcción que demandará entre 60 a 90 días y no seis meses como demanda la construcción de una casa de materiales. Otros aspecto positivo es la climatización. En verano se estima que estas viviendas concentran 10° menos que la temperatura ambiente y en invierno unos 12 ° más.
Las ventajas son enormes y de adoptar todo un sistema aceitado, que aborde también junto a la UOCRA cursos de capacitación para entrenar la mano de obra en el manejo del nuevo material, generaría más fuentes de trabajo y una respuesta más ágil a la acusiante necesidad de tener un techo propio de muchas familias que desde hace años están en lista de espera.
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